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El concepto de libertad en la filosofia del beato Juan Duns Escoto 139 su propia naturaleza y elegir al ser y la bondad por sí mismos. Obrando así, el hombre se somete a una voluntad superior en un acto libremente puesto, y se abre al ser mismo 118 • Una beatitud completa, integral y absoluta se dará solamente después de la resurrección. En el momento presente, si no la podemos conseguir en su integridad, al menos sí en su esencia: En efecto la razón de la fruicción está en esto, que la voluntad se ahdiere a al– gún objeto por el mismo, y esto por el querer, o por el amor de amistad, que puede ser a cerca del objeto ausente 119 • En la interpretación escotista de la caridad hacia uno mismo, el proceso co– mienza con el amor al Sumo Bien; en un segundo momento, este amor al Su– mo Bien es, al mismo tiempo, una perfección del amante; en un tercer momen– to, se nos dice que aquel que ama su propia perfección no deja de amar el Su– mo Bien por sí mismo; ya que en el amor a la perfección viene incluido el amor a Dios. De esta manera el amor nunca pierde su carácter teocéntrico. Quien rectamente se ama a sí mismo no puede no amar a Dios 120 : El primer objeto que yo amo después de Dios es el acto con el que tiendo ha– cia Dios, amando mi amor hacia Dios, esto significa que el amor con el que amo es verdadero acto de caridad. Pero así como Dios no debe ser amado co– mo un bien privado, debo querer que todos los otros amen a Dios; este amor es grato y aceptado por Dios, y esto bajo el aspecto del fin, porque es verdad que la caridad hace al hombre querido a Dios y a Dios querido al hombre, pero principalmente se refiere a Dios, en cuanto objetivamente Dios lo considera querido. Y no es que yo quiera que sea querido sólo a mi, dado que él acepta no sólo que yo le ame, sino que le ame también el prójimo, pero en segundo lugar, porque mientras amo a Dios reflexiono en primer lugar sobre el acto de 118 La caridad puede ser considerada constitutivamente como un,amor iustitiae. Como implica una relación interpersonal con Dios se le puede llamar amor amicitiae, o mejor superamicitiae, por cuan– to la igualdad que exige la amistad humana no se puede dar plenamente entre Dios y el hombre. Cf. Ord., III, d. 27, q. un., n. 20 (XV, 373b). 119 "Ratio enim fruitionis est in hoc, quod voluntas, inhaeret alicui objecto propter se, et hoc per velle, sive per amorem amicitiae, qui potest esse de objecto abscnte". Rep. Par., IV, p. 1, d. 49, q. 4, n. 6 (XXIV, 638a). 120 Cf. A. BoRAK, Carita e libertafonti della perfezione wnana secando Duns Scoto, 150-153.

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