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66 José Ángel Echeverría estavan á su alcance para vengarse, y satisfacer su furor" 195 • Formaron una lista de 52 sujetos que debían ser desterrados a Ibiza. El 9 de marzo por la noche fueron apresados y al día siguiente embarcados. Uno de los comprendidos en la lista era el P. Mariano de Aldaya, vicario provincial, y guardián, según la ley de regulares, del convento de Valencia. Cuando fueron al convento para apresarlo no se encontraba allí, por lo que se llevaron al vicario, Fr. Lorenzo de Valencia. El gobernador de Ibiza los trató bien, y al comprobar la injusticia de la deportación, les permitió a los pocos dfas poder volver al reino de Valencia, aunque no a la capital 1 96 • El 26 de marzo por la mañana, "sin preceder algun aviso, ni tener los Religiosos alguna sospecha de lo que se iva á executar con ellos, fueron sorprendidos todos los Conventos extra-muros en que todavía permanecía Comunidad en forma, por una Partida de Milicianos Nacionales". Hicieron formar a todos los religiosos y les pasaron lista, los sacaron a la calle, sin permitirles llevarse nada, y los condujeron entre bayonetas a la congregación del oratorio de S. Felipe Neri, cuyos padres habían sido embarcados a Ibiza el día 9. Los mínimos y carmelitas descalzos fueron encerrados en la ciudadela. No podían salir de su encierro sino muy excepcionalmente para atender alguna necesidad espiritual de los fieles 197 • Pero hay que decir que los constitucionales respetaron a los enfermos y ancianos que se encontraban en la enfermería del convento de capuchinos, de modo que siempre quedaron entre sacerdotes, legos y donados 23 religiosos, mientras 21 fueron encerrados en el oratorio. "Los demas de la Comunidad se libraron de la prision; unos por hallarse en los Pueblos predicando la Quaresma; y otros por haverse ido con legitima licencia á buscar su seguridad entre los Españoles Realistas, ó donde mejor podían encontrarla" 198 • En Castilla lo más destacado fue el traslado de algunos religiosos influyentes de El Pardo a otros conventos de la península por sus ideas manifiestamente opuestas a la constitución. Por orden del rey, comunicada al cardenal de Toledo el 4 de octubre de 1822, se trasladaba al P. Justo de Madrid, exprovincial, a Sevilla; al P. Lino de Cantalapiedra, exsecretario 195 APCV, Crónicas de los Capuchinos de Valencia, III, 972. 196 /bid., 970-972. 197 /bid., 972-973. 198 /bid., 973-974.

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