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62 José Ángel Echeverría realistas, por el contrario, ponían el acento en la defensa de la libertad de la Iglesia y en la restauración de la religión de los padres, que era la gloria de España; al mismo tiempo que se exigía la libertad del rey y se subrayaban los desastres morales y materiales, fruto de la falsa libertad. La lucha era considerada como una cruzada en la que se pretendía salvar a España de la impiedad de los liberales, considerados herejes, ateos, sectarios y enemigos del género humano. Por otra parte las ideas de los realistas conectaron con el pueblo mucho mejor que las de los liberales 180 • 3.1 La persecución religiosa liberal En el clima de exasperación y de guerra civil extendido en el segundo semestre de 1822 y principios de 1823, se cometieron gran número de atropellos, violencias y asesinatos. Los liberales y realistas compitieron en "desafueros y violencias" 181 • La persecución religiosa, con innumerables deportaciones, prisiones y detenciones, fue simultánea a la guerra, siendo Cataluña y Valencia las regiones en las que más repercusión tuvieron estas acciones. Por primera vez en nuestra historia - y esto tuvo una gran importancia para todo el siglo - los perseguidos y perseguidores eran españoles (durante la década ominosa las tornas se cambiarían), apareciendo en escena, también por primera vez, el anticlericalismo violento - algo tan español - acompañado de sacrilegios y de acciones "represivas y . . 1 1 ,,182 sangumanas contra e c ero . En Cataluña, a raíz de la proclamación de la regencia de Urgell en agosto de 1822, se produjo un motín de exaltados constitucionales en Barcelona el 5 de septiembre. Varios conventos fueron asaltados. Del convento de Santa Madrona fueron detenidos el P. José de Cervera, guardián, y Fr. Jerónimo de Vilabertrán 183 • El P. José, a causa de un sermón en el que defendió la "Sagrada Religion", fue deportado a Menorca. Esta fue la recompensa a los 18 ° Cfr. /bid., 355-360. 181 Cfr. V. PALACIO ATARD, l.o. España, 135. 182 Cfr. M. REVUELTA, Política religiosa, 364. 183 Cfr. BASlLI DE RUBÍ, Els caputxins, 882-883, nota 20.

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