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164 José Ángel Echeverría En cuanto a la alimentación que los frailes capuchinos se procuraban parece que era bastante equilibrada para aquel tiempo, igual a la del pueblo e incluso superior a la de las clases más bajas, aunque no llegaba ciertamente al nivel de la de los colegios de jesuitas 473 . Las fiestas importantes de la Iglesia (Navidad, Pascua, Corpus) y de la Orden (Concepción, S. Francisco) se celebraban en la mesa con mejores carnes y con postres especiales populares: frutos secos, arroz con leche, turrón, uvas, bizcochos 4 74 . Los libros examinados muestran, en una época y coyuntura de cierta estabilidad y recuperación económica que no se aprovechó para modernizar 1 , · d l , 475 . h , . 476 as estructuras econom1cas e pais · , una cierta estrec ez econom1ca y en 54 rs.; se compusieron todas las cerrajas y se hicieron 8 llaves, además del candil del coro, por 81 rs., AHN, Cíero, Libro 255, Quaderno de Salidas, f. 37v. 473 Cfr. M. REVUELTA, La exclaustración, 64-68. 474 En el convento de Vélez, el año 1813, se compraron para las Pascuas de Navidad castañas, nueces, uvas, tmTón y aguardiente por valor de 106 rs. y 14 maravedíes. Para el postre (platillo) de la Concepción, patrona de la Orden, se compró leche, azúcar y canela por 7 rs. vn. y 4 ms. y dos libras y media de arroz por 5 rs. vn.; 5 libras de chocolate para el predicador y la comunidad por 55 rs. vn.; y vino y bizcochos para el predicador por 7 rs. vn. y 8 ms. Para el día de S. Francisco se compraron 8 libras de chocolate para el predicador por 88 rs. vn., APCA, 1- 3-31, Libro de Gasto, e Yngreso. En el convento de Calzada, en 1818, para el día de Pascua se compró libra y media de bizcochos por 20 rs., AHN, Clero, Libro 2.821, Libro de Quentas. Este tipo de gastos también aparece en el convento de Alicante, AHN, Clero, Libro 255, Quaderno de Salidas. Un detalle interesante es el consumo inexistente de leche, considerada un producto para enfermos, que se empleaba sólo para postres -como hemos visto más mTiba- y que no se había extendido aún, y el poco consumo de fruta, aunque en los conventos se consumía más por la existencia de frutales en la huerta, Cfr. M. EsPADAS BURGOS, A.basto, 271-278. 475 Para una mayor información sobre la economía de la época se puede ver la obra clásica: Historia social y económica de Espaiia y América. IV/2. Burguesía, industrialización, obrerismo, dirigida por J. Vicens Vives, Barcelona 1959. En ténninos generales, desde principios de siglo, se vivía una depresión que afectaba a toda la nación y que se cebaba sobre todo en la economía monástica, Cfr. J. FONTANA, La quiebra de la monarquía absoluta 1814- 1820, Barcelona 1971, 162ss, citado por M. REVUELTA, Los conventos de Vizcaya durante la primera guerra carlista, Letras de Deusto 7 (1974) 60, nota 27. 476 Manuel Revuelta hablando de los conventos vizcaínos dice que el nivel de vida de los frailes era "m¡ís bien modesto, y a veces mísero, aunque nunca los gastos superaban a los ingresos", M. REVUELTA, Los conventos de Vizcaya, 60. Este análisis coincide con los datos de los libros que nosotros hemos visto.

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