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16 José Ángel Echeverrfa la sátira también se dio una crítica seria de los defectos de la Iglesia, acompañada de planes y propuestas muy interesantes que aquélla no supo aceptar. Las reformas se hicieron unilateralmente, sin tener en cuenta, para nada, a la Iglesia; y en muchas ocasiones contra el derecho canónico. Los obispos defendieron a la Iglesia, sobre todo en el campo ideológico y doctrinal, "con dignidad y valentía" 26 • Las cortes, desde el 9 de julio en que se inauguraron, se centraron en la reforma de regulares (contaban con una cuarta parte de eclesiásticos), que puede considerarse la reforma emblemática del trienio. Así se llegó, después de la supresión de los jesuitas el 17 de agosto (el 14 había sido aprobado el decreto por las cortes), a la discusión y aprobación el 25 de septiembre de la ley sobre reforma de regulares (el 1 de octubre se leyó la redacción definitiva en las cortes). El rey, después de muchos problemas de conciencia y de muchas presiones, sancionó la ley un mes más tarde, el 25 de octubre. Los obispos hicieron causa común con el nuncio 27 en su oposición a la ley, a un abanico, ó un perrito faldero, ó cuando tenga que sacarse una muela alguna hermana caritativa. Dice que está en la enfermería el novicito fray Mengano, de resultas de los cilicios y exquisitas penitencias que practica. Últimamente, á fuerza de contar milagros y miserias, pilla la media fanega, y á más á más algunas pastillas de chocolate. Verdad es que suele dejarse, en cambio, alguna estampita del santo de la novena con lo que quedan en la casa, no sólo muy satisfechos del trueque, sino hasta con escrúpulo de si se habrá engañado su reverencia", SEBASTIÁN DE MIÑANO Y BEDOYA, Lamentos políticos de un pobrecito holgazán que estaba acostumbrado a vivir a costa ajena, en Epistolario Español. Colección de Cartas de Españoles ilustres antiguos y modernos II, por D. Eugenio DE ÜCHOA, BAE 62, Madrid 1926, Carta V, 616. Sobre Miñano se pueden ver las páginas dedicadas por M. REVUELTA, Política religiosa, 58-74; y también un estudio bio-bibliográfico bastante completo en: A.M. BERAZALUCE, Sebastián de Miñano y Bedoya (1779-1845), Pamplona 1983. 26 Uno de los obispos que con mayor altura intelectual defendió los bienes de la Iglesia, como propiedad de Jesucristo, y por tanto inalienables, fue el obispo de Zamora, D. Pedro de lnguanzo y Rivera, Cfr. PEDRO DE INGUANZO YRIVERO, El Dominio Sagrado de la iglesia en sus bienes temporales. Cartas contra los impugnadores de esta propiedad, especialmente en ciertos libelos de estos tiempos y contra otros críticos modernos, los cuales, aunque reconocen, impugnaron la libre adquisicion á pretesto de daños de amortizacion y economía política, 2 vols., Salamanca: imprenta de D. Vicente BLANCO, 1820-1823. 27 Era nuncio desde 1817 Giacomo Giustiniani, quien se manifestó desde el principio contrario al sistema constitucional y muy partidario del absolutismo. Una nota biográfica se puede ver en: V. CÁRCELÜRTÍ, El archivo del Nuncio en España, Giacomo Giustiniani (1817-

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