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El capítulo general de 1830 155 No parece que esta elección hubiera sido posible sin el apoyo de un buen grupo de guardianes de la provincia (el sistema del círculo cerrado favorecía que se pudieran nombrar con tiempo sujetos favorables a unas tesis u otras) y sin alguna maniobra. De cualquier forma dicha elección no dejó tranquilo al ministro general, que consultó a los provinciales y a los custodios provinciales, con carta fechada el 6 de octubre, sobre la validez de las elecciones hechas en el capítulo de Castilla, mostrándose la mayoría claramente contraria a la confirmación de las elecciones 4 50 • Pero el P. Juan de Valencia antes de tomar una decisión consultó seguramente al nuncio, quien le habría aconsejado confirmar al P. Lino en el cargo para evitar males ultimo Capitulo Provincial de esta Provincia: y las frases que entonces se le oyeron dieron á entender demasiado las pasiones venenosas con que posteriormente se resolvió á seducir al Provincial Felix de Villaumbrales, y al Guardian Buenaventura del Cañaveral, como Jo consiguio desgraciadamente, para ponerse en armas con ellos contra el Capitulo General de su Orden...". 449 El P. Lino de Cantalapiedra comunicaba, con fecha 10 de septiembre 1833, al provincial de Valencia su elección como ministro provincial de Castilla, APCV, 0023 Ministros y vicarios generales de España 1805-1838. 450 La duda del P. Juan de Valencia consistía en que en el capítulo habían participado los tres religiosos en cuestión (PP. Félix de Villaumbrales, Lino de Cantalapiedra y Buenaventura de Cañaveral), habiendo sido elegidos dos de ellos -excepto el P. Villaumbrales-, uno para el cargo de provincial y otro como definidor. Estos religiosos al haberse negado a aceptar las elecciones del capítulo general de 1830 y posteriormente las decisiones del papa podían haber caído en la excomunión reservada a Su Santidad, en irregularidad y en la privación de la voz activa y pasiva. En el resumen de la consulta hecha por el P. General se aprecia que los provinciales, exprovinciales y custodios de las provincias de Navarra (5 votos) y Valencia (4 votos) eran partidarios de que no se confirmaran las elecciones. Los de la provincia de Aragón (5 votos) decían que ni se podían confirmar ni anular las votaciones hasta que el rey no decidiera. De la provincia de Cataluña (5 votos), uno decía que se debían anular las elecciones, y los otros cuatro que parecía que el general podía confirmar el capítulo para evitar males mayores. Los dos de la provincia de Andalucía decían que si el general no tenía fuerza para confirmar, podía pedir al papa que aprobara las elecciones para atajar pleitos. Es decir, diez se manifestaban por anular las elecciones y seis por confirmarlas, para evitar problemas, y no tanto porque las cosas fueran del todo claras, APCV, 0023 Ministros y vicarios generales de España 1805-1838. Con todo, el P. Juan de Valencia podía haber evitado estas dudas si cuando escribió al capítulo prohibiendo hablar de las elecciones del capítulo de 1830, hubiera privado a dichos sujetos de la voz activa y pasiva. Pero esto no era claro porque ni el nuncio, ni el consejo les habían privado de las dos voces para el próximo capítulo.

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