BCCCAP00000000000000000001429

114 José Ángel Echeverría repitiendo desde el siglo xvm, y de las que algunos religiosos, sobre todo de e 1 - h b' . d 323 ata una, se a tan queJa o . El P. Justo en una circular dirigida a los provinciales, fechada probablemente en los primeros meses de 1825, manifestaba que los capítulos licencia "in scriptis" del provincial; el provincial no admitiáa quejas de ningún religioso que no las hubiera presentado primero al guardián; no levantar fácilmente el silencio en el refectorio. AHPCP, Catalogo de los Capitulas Custodia/es, 683-688. 322 Las ordenaciones del capítulo de Cataluña insistían en: no retener limosnas; observancia de las horas canónicas según el uso de la provincia; se prohibía salir en solitario del convento; se volvía a repetir la prohibición de montar a caballo, entrar en el refectorio con otras cosas para comer, llevar ropa interior, tener reloj. Se hicieron también algunas adiciones a las anteriores ordenaciones: en los conventos donde hubiera 5 religiosos hábiles y coristas se debían levantar a maitines; se debía aplicar la misa conventual por los bienhechores; los superiores debían proveer de lo necesario a los religiosos; no se podía tener dos hábitos, el segundo se debía colocar en un cuarto común; se prohibía retener limosnas de funerales; y se confirmaban los 5 preceptos de obediencia. APCCataluña, Actas Capitulares... IV (1754-1833), 437-441. 323 El P. Lorenzo de Barcelona decía al vicario general, en una carta fechada en Sarriá, 4 septiembre 1824, que al volver de Francia había encontrado varios religiosos descontentos con la inobservancia que querían pasar a la trapa y a la cartuja, y le proponía que enviara una circular señalando conventos de observancia. En una postdata de la misma carta el P. Lorenzo afirmaba que después de la congregación no se había conseguido que los conventos de estudio se levantasen a maitines, ni otros puntos de observancia, APCCataluña, B-1-19, 592. El P. Eusebio de Barcelona, en carta dirigida al vicario general desde Valls, 17 agosto 1824, se quejaba del espíritu de partido que reinaba en la provincia desde que la gobernó el P. Damián de Olot, dos veces provincial, y también de algunos nombramientos que habían recaído en personas que no podían seguir la vida común. Además los superiores habían dado poca importancia a la circular del vicario general, Jbid., 519. Por otra parte hay que decir que el ministro provincial, P. Manuel de la Nou, había publicado el 24 de marzo de 1824 desde Sarriá una circular sobre la observancia, en la que hablaba de "ciertos desordenes que la afligen demasiado" con el lenguaje característico de estas cartas. En dicha carta señalaba los siguientes puntos: necesidad de que los prelados fueran celosos de la observancia regular; necesidad de la oración, y de no ocupar el tiempo que se debía dedicar a ella a decir la misa o confesar; no cambiar las horas canónicas; pobreza: seguía prohibido el peculio, andar a caballo y llevar ropa interior; ejercicios espirituales, silencio, retiro, confesión, al menos anual; combatir la ociosidad y obligatoriedad de las conferencias morales, estudio; obediencia de los súbditos a los prelados. APCCataluña, Actas Capitulares... IV (1754-1833), 424-434. Fue publicada por J. BADA, Els caputxins al bisbat de Barcelona durant el trienni liberal, EstFranc 87 (1986) 669-682.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz