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Restauración política y religiosa 105 rigurosa se actuó en algunos casos, aunque hubo también protestas de que no se había seguido lo establecido por el P. Solchaga. En la Provincia de Cataluña las resoluciones del P. Solchaga sirvieron sólo momentáneamente porque llegaron después de muerto aquéi3° 1 • Pero su sucesor, Justo de Madrid, se atuvo a las decisiones anteriores y a las del nuncio. Así, el P. Rafael de Tortosa en una carta al P. Daniel de Manzaneda, fechada el 1 de agosto de 1824, manifestaba que el provincial, a pesar de tener la aprobación del nuncio, no le concedía el vestir el hábito porque el P. Solchaga, difunto, había mandado que no se recibiera ningún secularizado, aunque dicho provincial se lo habría dado ya 302 • Tres días más tarde el P. Manuel de la Nou pedía al vicario general que fueran admitidos algunos religiosos a quienes había prometido que cuando hubiera vicario general serían admitidos, entre ellos el P. Rafael de Tortosa, porque se habían secularizado por violencia y por miedo a la muerte 303 • Pero no todos los religiosos estaban de acuerdo con las readmisiones, o por lo menos con algunas. En este sentido el P. Buenaventura de Bráfim escribía al vicario general el 16 de agosto oponiéndose a la readmisión de secularizados que estaba llevando a cabo el provincial, criticando a varios de ellos 304 • relación con sus ideas políticas (se debían examinar los libros que trajeran), así como sobre la votación que se debía hacer en la comunidad en que se debía reintegrar el secularizado. Por otra parte insistió también en el llamado "segundo noviciado", que consistía en un periodo de reclusi6n en un convento bajo un maestro (pero no necesariamente en el convento noviciado) en el que debían llevar el camparán propio de los novicios y que debía comenzar con diez días de ejercicios espirituales rigurosos, Cfr. P. RIQUELME Ouv A, Iglesia y liberalismo, 405-406. 301 Carta del P. Manuel de la Nou, ministro provincial, al vicario general, Barcelona, 25 agosto 1824, APCCataluña, B-1-19, 582. 302 APCCataluña, B-1-19, 567. 303 Carta del P. Manuel de la Nou al vicario general, Barcelona, 4 agosto 1824, APCCataluña, B-1-19, 569. Hasta ese momento siempre se les había respondido que no por lo que había ordenado el P. Solchaga. Los religiosos eran: P. Manuel de Verdú, P. Mariano de Monblanch, P. Rafael de Tortosa, P. Antonio de Igualada, P. Querubín de Barcelona. El 3 de agosto de 1824 el P. Valeriano de Barcelona pedía al vicario general poder vestir el hábito, él y el P. Maria de Montblanch, y decía que durante 8 meses había sido guardián de los exiliados en Tolosa, /bid., 568. El 14 de agosto era el P. Querubín de Barcelona el que pedía la misma gracia al vicario general, Jbid., 577. 304 Carta del P. Buenaventura de Bráfim al vicario general, Valls, 16 agosto 1824, /bid., 578. Criticaba entre otros al P. Maria de Montblanch.

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