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598 BERNARDINO DE ARMELLADA primera, es necesario. De forma parecida, lo conocido por Dios es contingente por las causas próximas, aun cuando la ciencia de Dios, que es la causa primera, sea necesaria. La misma idea es referida al acto creador: "Si es verdad al afirmar que el acto creador, o el don que Dios hace a la criatura, se identifica con el amor que Dios demuestra hacia sí mismo, nos queda que, con respecto a Dios, este acto de amor espontáneo sea necesario y coeterno a Dios, y con respecto a la criatura sea libre, porque las criaturas no tienen derecho a la existencia, y la perfección infinita de Dios no la requiere'. El acto de la voluntad creadora de Dios lo considera Tomás necesario 'ex suppositione' 44 • Escoto repite aquí: "No entiendo esto". Porque, según él, Dios conoce contingentemente las cosas mismas como son contingentes en sí. Por tanto, sabe contingentemente que el alma del anticristo existirá. Esto se demuestra así: Cuando algunas cosas son convertibles (se corresponden en el aspecto de verdad) no puede ser una verdadera contingentemente y la otra verdadera nece– sariamente [porque de lo necesario no se sigue lo contingente, pues lo uno puede ser falso y lo otro verdadero]. Así, 'querer que el alma del anticristo exista' y 'saber que existirá' son convertibles (en el aspecto de verdad), pues el alma del anticristo no es cognoscible antes de que sea querida por la voluntad divina. Un querer contingente de que algo exista contingentemente hace que el saber sea también contingente. Antes de la intervención de la voluntad divina el entendimiento divino respecto de lo futuro contingente es completamente neutral 4 5 • En consecuencia, en la proposición "Dios sabe que un suceso contingente tendrá lugar", la palabra 'sabe" es concebida como determinada por el término (que tendrá lugar). Pero este término es algo puramente contingente; en conse- 44 "Necessarium dicitur aliquid dupliciter: scilicet absolute, et ex suppositione ... Unde, cum bonitas divina sit perfecta, et esse possit sine aliis, cum nihil ei perfectionis ex aliis accrescat; sequitur quod alia a se eum velle, non sit necessarium absolute. Et tamen necessarium est ex suppositione: supposito enim quod velit, non potest non velle, quia non potest voluntas eius mutari'' (STh 1 q. 19 a. 3). 45 "Sed hoc non capio. Et ideo dico quod Deus ita scit contingenter aliqua sicut ipsa sunt in se contingentia. Unde contingenter scit animam Christi fore. Quod probo sic, quia quando aliqua convertuntur in veritate, non potest esse unum contingenter et aliud necessario verum [quia ex necessario non sequitur contingens, quia unum potest esse falsum et aliud verum]. Sed 'velle animam antichristi fore' e 'scire eam fore' convertuntur, ut prius probatum est, quia anima antichristi non est prius scibilis fore nisi quia prius volitum a voluntate divina. Sed velle eam fore est contingens, quia contingenter vult eam fore; ergo contingenter scit eam fore" (J &p. Paris. Examin., n. 63-64).
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