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UNA INVESTIGACIÓN CLAVE EN LA HISTORIA DE LA TEOLOGÍA 665 Capítulo VIII: La operación de la gracia. Alejandro, en la Quaestio de gratia introduce un elemento nuevo y original: La gracia obra mediante las virtudes, los dones, los frutos y las bienaventuranzas. Cuatro puntos se discuten al respecto: si la gracia se identifica con las virtudes, la diferencia entre estas ramificaciones de la gracia, si son suficientes las virtudes o son necesarias las otras derivaciones. Se tienen estos resultados: gracia y virtud son lo mismo por parte de la causa eficiente, difieren por parte del receptor, es decir el alma con sus potencias. Capítulo IX: Las virtudes, los dones, los frutos y las bienaventuranzas. Identi– dad y diferencia entre dones y virtudes. Es Pedro Lombardo el que introduce en la teología la identidad de las virtudes y los dones. Alejandro piensa que las virtudes se refieren a los actos principales, los dones a actos consiguientes. Interesante es su descripción de la finalidad de los dones: dos dones - sabiduría y entendimiento - se refieren directamente al fin: la sabiduría posibilita gustar la suma verdad como bon– dad; el entendimiento permite conocer la suma verdad como en una imagen. Los otros cinco dones se refieren a los medios ordenados al fin: la fortaleza y el consejo hacen posible seguir los consejos evangélicos; con la ayuda de la piedad es factible la observancia de los mandamientos, conocidos gracias al don de ciencia. Finalmente, el don del temor permite alejarse del mal (340). Al problema de los dones del Espíritu se dedica una cuestión atribuida a Juan de la Rupella, que prefiere la sentencia de la diferencia entre virtudes y dones: Las primeras dan la primera rectitud - la acción recta -. Los dones atañen a la segunda rectitud, actos 'medios' o acción 'fácil'. Alejandro, en el status quaestionis de la Quaes– tio degratia refiere los argumentos en pro y en contra sin declarar finalmente su op– ción al respecto. La opinión de la identidad esencial se basa en el análisis filosófico de la definición de la virtud: una rectificación del alma que se tiene lo mismo por las virtudes como por los dones. La diferencia estaría insinuada en la parábola del 'Buen Samaritano', donde el herido - el alma víctima del pecado original - es restaurado en los dona naturalia mediante los dones, y revestido con los dona gratuita por medio de las virtudes. Respecto a la relación entre frutos, virtudes, dones y bienaventuran– zas, Alejandro se limita a presentar el status quaestionis. La defensa de la identidad recurre a Aristóteles (Ética nicomaquea) y a Cicerón (De inventione): todas estas cosas son igualmente deseables como un bien honesto. En la Summa Halensis se dirá que las tres categorías (virtudes, dones y frutos) ad opera disponunt. Capítulo X: Las disposiciones sobrenaturales de la gracia. Contribución de Alejandro. l. Aspectos comunes de las virtudes, de los dones, de los frutos y de las bienaventuranzas: así, dos definiciones de virtud se refieren igualmente a todas esas categorías : bona qualitas mentis y la definición aristotélica de la virtud como dis– posición ad optimum o ad terminum. Se puede concluir que virtudes, dones, fru– tos y bienaventuranzas son bienes requeridos y deseables por sí mismos y en cuanto
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