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EL FRANCISCANISMO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA 323 Fijándose en la decoración mural pintada de los conventos extremeños, la profesora María del Carmen Díez González, de la Universidad de Extremadura, realiza un estudio con varias fotos que lo explican. La recolección franciscana, nace como una reacción a la Observancia de Castilla. La profesora Silvia Canalda i Llobet, de la Universidad de Barcelona, hace un análisis de la espiritualidad recoleta franciscana a partir de la decoración del claustro del antiguo convento de Terrassa (Barcelona), centrado especial– mente en sus azulejos policromos. Al final se muestran varias láminas, en tres de ellas se ven escenas franciscanas (aunque, como en toda la obra del Congre– so, es escala de grises). José Javier Vélez Chaurri, profesor de la Universidad del País Vasco, des– cribe una iglesia franciscana: la del qye fuera convento de san Francisco de Mi– randa de Ebro. Se fija en el desarrollo histórico (fundación, patronos, maestros constructores, arquitectos, partes de la iglesia (altar, sagrario, retablo mayor, capillas). Al final se presentan unas fotografías ilustradoras de lo dicho. El profesor Rafael M. Pérez García, de la Universidad de Sevilla, describe las imágenes de animales en la obra de Francisco de Osuna (1492-1542), gran místico franciscano del siglo XVI, célebre por sus seis Abecedarios espirituales. Además de los animales que pudo conocer en su vida, se presenta un apéndice de fuentes en las que pudo aprender cosas sobre otros animales, algunos de ellos exóticos. Los franciscanos tuvieron gran influencia en los diversos santuarios espar– cidos por la geografía peninsular. José Miguel Muñoz Jiménez, se fijará en la arquitectura de los mismos: sus vía crucis, calvarios urbanos en la América Hispana; mostrará a San Francisco el Grande de Madrid como réplica del Santo Sepulcro de Jerusalén, lugar donde ha estado siempre la O rden Seráfica, etc. Conclusión Este balance histórico, con las perspectivas sugeridas para futuros estudios, sitúa el franciscanismo peninsular en un grado de conocimiento excepcional. Desde la estupenda selección de fuentes, al principio del volumen del Congre– so, hasta el desarrollo de la historia de las grandes Congregaciones peninsulares, el peso de lo franciscano en la vida concreta de los diversos conventos y mo– nasterios, su relación con la evangelización (especialmente americana, la filoso– fía y el arte, todo este material es una especie de manual bien logrado de lo que significa el peso histórico y actual de lo franciscano en la Península Ibérica.

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