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314 BERNARDINO DE ARMELLADA za Longo y a sus hermanas de monasterio en las primeras capuchinas de la Iglesia. Cincuenta años más tarde otra viuda catalana, de Manresa, Ángela Serafina Prat, recibía el hábito de capuchina (inicialmente como terciaria) de manos del capuchino P. Arcángel de Alarcón 4 • Nacida en Manresa en 1543, su vida no fue humanamente fácil. Huérfana de madre a los ocho años, pasó los dieciséis si– guientes como sirvienta en Barcelona. Joven apuesta y responsable, tuvo que superar con valentía las dificultades, sobre todo morales, defendiendo con grande entereza algunas agresiones muy directas a su honestidad. Por obedien– cia a la familia que servía, contrajo matrimonio a los 32 años con Francesc Se– rafí, del que tomó el sobrenombre de Serafina. Durante siete años soportó pa– cientemente la brutalidad de su marido, que moriría en 1582, en Manresa, a donde ambos se habían trasladado en 1581. Allí continuó Ángela Serafina una vida de trabajo, de oración y penitencia bajo la dirección espiritual del sacerdote Cristóforo Dalmau. Su vida de intensa entrega a Dios se vio agraciada con do– nes sobrenaturales cada vez más extraordinarios, mientras que las insidias del maligno no la dejaban en paz con sus tentaciones. Comprobada la autenticidad de su virtud, el citado Padre Alarcón le concedió vestir el hábito de capuchina. En 1586 se trasladó a Barcelona, donde comienza una experiencia de vida reli– giosa con algunas compañeras bajo la dirección de un sacerdote muy amigo de los capuchinos. No faltaron dificultades e incomprensiones hasta que el obispo Juan Dimas Loris reconoce sincera y atendible la realidad de cuanto ya era visi– ble en lo extraordinario de su vida espiritual. En compañía de otras mujeres de– seosas de formar una comunidad de vida consagrada, obtiene que el grupo se convierta en el primer monasterio de capuchinas en España, mediante el breve 4 El P. Arcángel, de la noble familia Alarcón, nació en Tordesillas (Valladolid). Una embajada especial lo llevó a Italia, donde tomó el hábito capuchino. En 1578, llegó a Barcelona con la comisión de establecer la Orden Capuchina en los territorios españoles. Funda la provincia capuchina de Cataluña, permaneciendo en Barcelona hasta su muerte (t 1598). Poeta destacado, encontramos un soneto «Al sudor de Cristo en el huerto», que entra bien en el programa espiritual de las capuchinas: Si las angustias ansias y te!Jlores / de Cristo en parle conocer deseas, / es necesario que pri,nero veas / de su sangre inocente los sudores. / Ésta descubre el mar de los dolores; / .Y si en 111iralla con piedad te empleas, / harán smpenas que la alteza leas / en ellas el ardor de sus amores. / Y así el licor sagrado de sus venas, / mostrando lo que debes a t11 Amado / por su dolor y amor inco111parable, / preso te dqará y puesto en cadenas / de amor divino. ¡Oh venturoso estado / sobre todos los otros deseable! (Andrés de Palazuelo, Vitalidad Seráfica. 1 ° serie. Madrid 1931, 147).

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