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GRATIA SANTIFICANTE Y ACCEPTATIÓN DMNA SEGÚN B. MASTRI 255 merec10 para nosotros la salvación, es decir la vida eterna en la intimidad de Dios. La aplicación efectiva a cada hombre, pecador necesitado, pero libre en el aceptar el don que se le ofrece, consiste en la transformación vital que le con– vierte en amigo de Dios, hijo adoptivo: una novedad existencial que se ha de desarrollar en este peregrinar terrestre en un proceso de maduración hacia la vida eterna. Esta gracia fontal u objetiva la resume Mastrio al describir los dones que Cristo nos mereció. Se pregunta: Quid Christus mentit nobis. Siguiendo a Escoto 3. dist. 19 qu. unic. 11 dice que Cristo Señor mereció para todos los caídos toda la gracia necesaria para que se levanten, e igualmente mereció la gracia justificante y la remisión del pecado, tanto original como actual, según la enseñanza expresa de San Pablo en Rm 3,24: «(todos) son justificados gratuitamente por su gracia, en virtud de la redención realizada por Cristo Jesús», donde se nos llama justifi– cados gratuitamente e1:1 cuanto nuestras obras de por sí no merecen la justifica– ción. Pero no es gratuita nuestra justificación en relación con los méritos de Cristo, pues sólo en virtud de ellos somos justificados ... Éste fue el motivo principal por el que Cristo quiso padecer y morir: para satisfacer por nosotros y redimirnos de la esclavitud del pecado y hacernos gratos y aceptos a Dios ... Lo mismo se ha de decir de todas las ayudas de la gracia excitante y coadyuvante que se conceden al hombre a fin de que se disponga a la justicicación, desde la primera vocación hasta la disposición última inmediata 12 • 3. La gracia como hábito sobrenatural Mastrio la describe cuando estudia la estructura sobrenatural de la visión beatífica 13. Se encuentra ante la objeción de 11 Cf. B. Ioannis Duns Scoti, Opera 011mia, vol. XXI, LECTURA in Jibm111 terti11111 Senten– tiart11JJ, a distinctione deci,na octava ad q11adragesi111am. Civitas Vaticana, 2004; nn. 24.36; 34-38. 12 «Christum Dominum meruisse omnibus lapsis omnem gratiam illis collatam, ut re– surgant atque ita gratiam iustificantem et remissionem peccati, tum originalis tum actualis, quod expresse docuit D. Paulus ad Rom.3. Iustificati gratis per gratiam ipsius per redemp– tionem, quae est in Christo Iesu, ubi dicimur iustificati gratis respectu operum nostrorum, quia opera nostra non merentur iustificationem, non vero respectu meritorum Christi, quia nostra iustificatio pendet ex meritis Christi.. . haec est praecipua causa, cur Christus pati et mori voluerit ut pro nobis satisfaceret et nos a servitute peccati redimeret ac Deo gratos et acceptabiles redderet... Communis sententia docet, .auxilia quoque gratiae excitantis, adiu– vantis, quae dantur homini ut se disponat ad gratiam iustificantem, a prima vocatione usque ad ultimam dispositionem esse ex meritis Christi. Et hoc etiam satis expresse significavit Scotus». B. Mastrius. Disp11tationes, III, disp. 3. (De merito Christz), q. 13: Q11id Christt1s 1JJenlit nobis, nn. 467-468; 201b-202a. 13 B. Mastrius, Disp11tationes I, disp. 6: De visione beata, art. 4 (Pemliare argt11J1enlt11J1 Scotistae c11i11sdam contra s1¡pernat11ralitatem visionis exalllinat11i'j, 358-362.
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