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GRATIA SANTIFICANTE Y ACCEPTATIÓN DIVINA SEGÚN B. MASTRI 253 rior con el que somos hechos hijos de Dios y esposas del Espíritu Santo (Bue– naventura). La gracia es una realidad no experimentable que nos hace gratos a Dios, pero no es solamente don, sino que también nosotros somos colaborado– res, en cuanto nos perfecciona, porque, en acción conjunta con ella, sentimos la plenitud existencial en el amor (Duns Escoto). Desde esta visión integradora Auer sugiere diversas perspectivas como es– tímulos para la teología actual de la gracia: El hombre intelectual, para el que los conceptos objetivos y metafísicos re– presentan el non plus ultra, se sentirá satisfecho sobre todo con la definición esencial de la gracia que nos da santo Tomás. A su vez el hombre que busca con afecto y con sentimientos de piedad, encontrará mayor satisfacción en la doctrina bonaventuriana de la gracia. Mientras el hombre de mentalidad crítica, sobre todo el hombre moderno de mentalidad personalista, descubrirá en el sis– tema escotista las afirmaciones esenciales 7. Nosotros ahora, con el mismo espíritu integrador exigido por la realidad de los problemas, nos situamos en un momento del pasado tratando de hacer pre– sente, como lección siempre valedera, el pensamiento de Bartolomé Mastrio, teólogo que marcó la teología escotista en el siglo XVII. En su teología de la gracia santificante se propuso combinar su fidelidad a la idea escotista con la doctrina sancionada por el concilio de Trento, al mismo tiempo que la confronta con otras corrientes de pensammiento, especialmente de sus contemporáneos, tanto escotistas como tomistas, sea dominicos o de las variantes jesuíticas. 1. Comienzo con una referencia al tema del sobrenatural, que Mastrio es– tudia en el primer volumen de sus Disputationes Theologicae, en la amplísima Dis– putatio VI: Sobre la visión beatijica, cuestión segunda: An visio beata sit supernaturalis sec11ndttm substantiam. Para todos es un dato indiscutido que la analogía principal del sobrenatural es la relación inmediata del hombre con Dios en el encuentro definitivo de la gloria, que se resume en el hecho de la visión intuitiva de Dios tal como Él es (1 Jn 3,2). Y es sobrenatural, porque la naturaleza creada, aun siendo espiritual, ca– rece en absoluto de la virtud para llegar a tal visión. Solamente Dios puede con– cederla. Pero la carencia de fuerzas activas no.impide que la recepción de la per– fección sobrenaturalmente comunicada constituya para el ser espiritual una perfección verdadera y adaptada al ser de la misma naturaleza. De aquí se colige que la tendencia radical del espíritu creado a la perfección en Dios es natural, 7 Cf. Johann Aucr, El Evangelio de la gracia, trad. esp., Barcelona 1990, 197.

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