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270 BERNARDINO DE ARMELLADA lio Tridentino (si bien el Concilio no emplea los términos técnicos de hábito, cua– lidad, etc.). 3) De todo lo expuesto creemos oportunas algunas sugerencias válidas pa– ra un futuro desarrollo de la teología de la gracia: a) La razón más profunda de nuestra unión sobrenatural con Dios hay que buscarla en una dimensión dife– rente de las realidades creadas, ya que éstas condicionarían mediata o inmedia– tamente la libertad absoluta de Dios. b) La justificación del hombre, considera– da por Mastrio y por los demás escotistas como dependiente de la aceptación libre de Dios sin cambio objetivo de la naturaleza del hombre, es percibida hoy por muchos teólogos sin que encuentren una razón metafísica comparable con la profunda intuición de Mastrio. c) Su explicación «in via Scoti» nos coloca en una dirección que se aparta de la necesidad de la naturaleza para dar con la rea– lidad de la persona, que en el pensamiento del escotismo es la profundidad rela– cional de la libertad y la amistad. d) Esta confi 6,uración dinámino-personal de lo más profundo humano puede incluso responder, en el actual diálogo ecuméni– co, a algunas legítimas aspiraciones de los reformadores. e) Pero la idea de la aceptación que Mastrio llama «extrínseca», como acto de la libertad divina, no puede confundirse con la imputación extrínseca de la doctrina luterana. Sin cambio en su naturaleza, el justificado se hace en la más profunda intimidad ele su persona realmente justo, amigo, hijo de Dios y heredero del cielo, ciertamen– te no sin la propia aceptación libre. E s una nueva situación existencial en que la naturaleza del hombre, cuerpo y espíritu, esencialmente capax Dei, por la aceptación libre ele parte ele Dios, es acogida en su intimidad haciéndose personalmente amiga y eficazmente dirigi– da, dentro del Cuerpo místico ele Cristo, hacia la vida eterna. SUMMARY: A reproach made to the Catholic Theology, also in catholic field, is to have reduced the concrete reality of the justification or sanctifying grace to an objective thing in the manner of accident-quality of the soul, that thought itself converts the man to being internally just and adoptive son of God, in contrast to the justification con– ceived by the Protestants as a judgment of God externa! to the soul, that doesn't be– come transformed, but only considered not-sinner, even if remaining in sin. Between those extreme positions appears the Scotistic idea of the grace as a su– pernatural friendship of man with God non-conditioned by any created element, by vir– tue of which God had to accept man as friend and adoptive son. The key of his thought is the question whether the justification is an effect of the habitual grace and whether this becomes physically or only morally. Mastri describes minutely the interpretations he considers erroneous and propases and defends the Scotistic opinion, of which principal points, according to Mastri, are:

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