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252 BERNARDINO DE ARMELLADA A la teología postridentina de la gracia, con un tono de crítica con sabor de lamento trágico, se le ha achacado haber dado una especie de «giro copernica– no» poniendo el acento de la reflexión teológica acerca del sobrenatural en la dimensión creada de la gracia, hasta el punto de que la inabitación de Dios, la aceptación a la condición de hijos de Dios, la participación en la vida divina, junto con los misterios ligados a esta realidad, vendría a reducirse, especialmen– te en los tratados de escuela, a lo que se definía como «efectos formales» de la infusión de la gracia creada en la forma de «gracia habitual y santificante». Así es como se habrían extendido entre el pueblo cristiano concepciones que suponen una cosificación cuasi física de la gracia, mientras que la autenticidad del mensa– je cristiano, como anuncio del amor divino, habría sido en su pureza «objeto exclusivo de las escuelas teológicas» 5 • Este juicio de Fransen quizás resulte de– masiado pesimista para un pueblo cristiano que nunca perdió el instinto sobre– natural para vivir el don del amor divino y, al mismo tiempo, demasiado opti– mista para las escuelas teológicas, en alguna de las cuales la inhabitación de Dios en el hombre no se trataría sino como «mero corolario dentro del capítulo sobre la gracia habitual creada», al decir del mismo Fransen 6 • Más equilibrada me parece la visión de uno de los más acreditados estudio– sos del tema de la gracia, J ohann Auer. Este autor afronta críticamente el pasa– do, pero con el propósito de abrir nuevas vías para una comprensión teológica de la realidad de la gracia, que presente con más profundidad y atractivo la ex– posición de la maravilla sobrenatural de nuestra unión con Dios por Cristo en el Espíritu Santo. Entrando en la inevitable cuestión metafísica de la esencia de la gracia san– tificante, sostiene que todavía hoy: Es justo decir que la gracia es un hábito so– brenatural que perfecciona el ser del hombre como tal ser, lo hace agradable a Dios y capaz de obras sobrenaturalmente meritorias (Sto. Tomás); es igualmen– te una luz divina que nos da fuerza y luz, revistiéndonos de un esplendor inte- trius de Meldula, 111 Q11atuor Libros Sententiamvr. Portada idéntica en los cuatro volúmenes: R.P.F.Bartholomaei Mastrii de Meldula, Ordinis Minorum Conventualium S. Francisci Theologi: DISPUTATIONES THEOLOGICAE In Priv111m (\'emnd11m, Terli11m, Q11art11111) U– bm111 Sente11tiam111 Q11ib11s ab Adversantib11s, t11m Vetm1n1, t11111 Recentiomt11jamlis Scoti Theologia vin– dicat11r. Editio novissima at11endis exp111;gata, et Indicib11s Necessariis lompletata. Venetiis, MDCCXIX Ex Typographia Balleoniana. Superiorum permissu, ac privilegiis. 5 Cf. P. Fransen, DesatTollo histórico de la doctrina de !agracia, en Mysterim11 Salutis. Manual de teología como historia de la salvación, (trad. esp.), vol. IV/2: La Iglesia: El aco11tecit11iento salv[ftco en la com11nidad cristiana, 2ª ed., Madrid 1984, 699s. 6 lb., 700.