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268 BERNARDINO DE ARMELLADA No se le escapa a Mastrio aducir la argumentación más específicamente es– cotista. Y lo hace citando a Rada, el cual tiene en cuenta la teoría escotista de las virtudes y la visión del sobrenatural: Una virtud moral adquirida no presupone en el hombre ningún hábito intermedio fuera del mismo ser natural del hombre capaz de moralidad. El hábito moral se lo da la virtud. De modo semejante la caridad infusa no presupone en el hombre un hábito sobrenatural, que es preci– samente lo que se le infunde con la caridad, que es al mismo tiempo principio de acción sobrenatural: Pues para la virtud sobrenatural es bastante el presu– puesto de la misma naturaleza, que es capaz de recibirla por sí misma, como es claro en el don de la fe, para la cual no se presupone de por sí una forma so– brenatural que la sustente, ya que por todos (los teólogos católicos) se admite que la fe permanece en el pecador cuando desaparecen la gracia y la caridad 46 • 6. Mastrio reconoce que en el hábito-cualidad de la gracia (o caridad) con– siste la santificación en la economía actual de la salvación (de potentia ordinata). Pero, como excepcional clarividente en la línea escotista - no considera necesa– ria de modo absoluto esa "cosificación" de las relaciones entre el hombre y Dios, mediante entidades físicas - aunque sean accidentes cualitativos sobrena– turales. Esto quiere decir que la razón profunda hay que buscarla en una dimen– sión distinta de las realidades físicas naturales o sobrenaturales que se interpon– gan entre Dios y el hombre, condicionando como causa necesaria la relación que, como relación de amor que es, sólo puede ser esencialmente libre e incon– dicionada. Nada creado puede condicionar en modo alguno la libertad de Dios. La justificación del hombre, que según Mastrio sucede por la libre acepta– ción de Dios sin cambio objetivo del hombre, fue en cierto modo intuida por algún teólogo del siglo XIX al proponer que «se considera la "gracia creada" como un determinado modo de ser del sujeto y no una realidad distinta del gracia sanctificans . .. , quare si poneretur distincta realiter a gracia, altera superflueret, quia reliqua sufficeret». (lb., quaest. 6, art. 1, n. 161, p. 412a). 46 «... eadem virtus moralis dat esse et operari; prius enim animum constituir in esse quodam morali et studioso, et insuper proprii actus est principium ut discurrir Rada controv. 14. art. 1. notab. 2. Sicut ergo virtus moralis acquisita praesupponit hominem tantum in esse naturali moralitatis capaci, non autem in esse morali, sed potius in tali esse ipsum constituir: ita virtus charitatis infusa non supponit hominem in statu supernaturali, sed tantum superna– turalitatis capacem, et potius ipsum primo in tali esse constituir et simul est principium ac– tionis supernaturalis: satis enim ad virtutem supernaturalem praesupponit ipsam naturam eius capacem: ut patet de dono fidei, cui secundum se non necessario praesupponitur quoad esse aliquid supernaturale, cum vere maneat in peccatore ablata gracia et charitate». (lb., n. 169, 4136).

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