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267 hablando, el hombre puede ser justo, amigo de Dios y libre de pecado sin la gracia, por lo que estas denominaciones no se tienen que deducir necesaria e indispensablemente de tal forma inherente» 43 . Considero, no obstante, que no es la simple aplicación del principio según el cual Dios "de potencia absoluta" puede hacer inmediatamente por sí mismo lo que hace mediante las "formas" creadas (como en nuestro caso, que la gra– cia-cualidad santifique formalmente), pudiendo "absolutamente" prescindir de la gracia para santificar a un hombre. En realidad se quiere significar que la unión sobrenatural de amistad con Dios es una situación transcendente, sin mediaciones creadas condicionantes entre Dios y el hombre, debida a la libre aceptación de Dios, y no sin la aceptación del hombre (si posee el uso de su li– bertad). 5. Visión específicamente escotista en la teología de la gracia es la identidad real entre gracia santificante y virtud teologal de la caridad, que Mastrio analiza y defiende en la cuestión sexta de esta disputa sobre la justificación 44 • Los argumentos que expone partiendo de la S. Escritura, del Concilio Tri– dentino y de los Santos Padres hacen ver ciertamente la concordancia total en los efectos precisos de ambas realidades: borrar el pecado y hacer al hombre santo e hijo de Dios. Ulteriores precisiones pertenecen ya al sistema filosófico cuyas categorías se apliquen, siempre analógicamente, a las realidades sobrena– turales que nos transmite la revelación. Así, los autores tomistas, con los cuales será normalmente la discusión de Mastrio, partirán de la distinción real entre principio entitativo y principio ope– rativo, aplicando al orden sobrenatural de la gracia la analogía de la distinción real entre el alma y las potencias. Mastrio presenta en primer lugar un argumen– to que llama de razón, pero partiendo de la identidad de los efectos que la reve– lación atribuye a la gracia y a la caridad, e. d. borrar los pecados y unir sobrena– turalmente con Dios como fin último, en cuanto posible en este mundo (in via). De ello se sigue que una de ambas cosas sería superflua 45 . 43 «Quod sicut gratia potest auferri sine peccato; ita, et peccatum sine gratia: et quod a6solute loquendo potest horno esse justus, amicus Dei, et emundatus a peccato sine gratia, ergo denominationes huiusmodi non necessario nec indispensa6iliter a tali forma inhaerente sumi de6enb>. (lb., n. 79, p. 3986). 44 «Quaestio sexta: An gratia hahit11alis sit ipsa virhts chmitatis, ve!poti11s hahit11s ah ea distinc– t11s, 11hi de eam111 i111111ediato s11hiecto». (Ih., quaest. 6, n. 151, p. 4106). 45 «Quarto ulterius pro6atur ratione, quia gratia iustificans est vita spiritualis animae nostrae, et hace in eo consistit, quod Deo uniamur, eique inhaereamus, at talis unio in hac vita incoative fit per fidem, et spem, etc perfecte per solam charitatem, ergo in hac consistit

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