BCCCAP00000000000000000001421

262 BERNARDINO DE ARMELLADA ca. Tal es la razón por la que no puede darse cualidad alguna capaz de santificar al hombre del modo aquí explicado 33 . En tercer lugar, reconoce Mastrio, lo demuestran todavía mejor Poncio y otros escotistas con un argumento apriori: la entidad física de la gracia, por su propia naturaleza, no posee nada en sí en virtud de lo cual se deba la vida eterna a quien la posea, y que Dios necesariamente lo tenga que tener como amigo o heredero. Por ello, la gracia no puede poseer por su propia naturaleza la capaci– dad de comunicar aquellos efectos, si se prescinde de todo decreto divino. La consecuencia es evidente. Y lo supuesto se demuestra en el hecho de que la na– turaleza física de la gracia-cualidad, en cuanto principio activo, puede ser prin– cipio activo para que el hombre ame a Dios sobrenaturalmente 34 , pero no de que sea amado por Dios. Otra confirmación es cuasi un «a fortiori» en la línea de lo imposible. «San– tificar el alma y exigir naturalmente la amistad de Dios y la vida eterna debería corresponder al acto de amor perfecto más que al hábito de la gracia, que sólo es principio del acto de amor o inclinación al mismo. Y es el caso que, también según los adversarios como se verá más adelante, tales efectos no pueden con– venir «ex natura reí» al acto de amor perfecto .. . En consecuencia, si no santifi– ca «ex natura rei» aquello que es más, con mayor razón no podrá ser causa de santificación aquello que es menos. La mayor se prueba porque, también en las cosas humanas, una persona deberá corresponder al amor de otro y tenerlo como amigo en razón del amor actual hacia él, más que por razón del principio en virtud del cual el otro lo puede amar... Si, pues, este valor se le niega al acto, con más razón se le debe negar al hábito, que de por sí es algo muerto y pro– viene inmediatamente de Dios, mientras que el acto proviene también del 33 «Secundo probatur, quia milla potest esse creatura ad cuius amorem Deus sit neces– sitatus; multum enim derogaretur eius libertati; at ex eo quod Deus hominem gracia ornatum necessario in amicum acceptet, sequitur Deum necessitari ad amandum hominem habentem gratiam, sicut est necessitatus ad amandum seipsum. Confirmatur, quia nulla potest esse cre– atura, quae Deo necessitatem inferat concedenti illi visionem et fruitionem beatam; ergo nul– la potest esse qualitas eo modo sanctificans». (lb. , n. 10). 34 «Tercio igitur melius probatur a Pontio et aliis Scotistis, veluti a priori quia encitas physica gratiae nihil prorsus habet ex natura sua, racione cuius debeatur eam habenti vitam aeternam et Deus necessario debeat illum habere pro amico aut haerede; ergo non habet ex natura sua illos effectus tribuere praeciso quocumque divino decreto; consequentia patet, probatur assumptum, quia ex natura sua physica aliam rationem habere non potest in ratio– ne principii activi, quam quod sit principium diligendi Deum supernaturaliter». (lb., n. 11, p. 387a).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz