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398 BUENAVENTURA R. DE CARROCERA Pero el principal de sus escritos es el que imprimió en tres gruesos volúmenes : Místico cielo en que se gozan los bienes del alma y vida de la verdad, adornado de tres jerarquías y en cada una tres órdenes que hacen nueve coros de espíritus viadores en el destierro a semejanza del del cielo beatífico y glorioso, que se adorna de tres jerarquías y en cada una tres órdenes que hacen nueve coros de espíritus compren– sores en la patria. Primera parte, Madrid 1685 (21 cm., 12 ff.-666 pp.- 36 ff.). En este primer tomo y primera parte de toda la obra su autor ha trazado en líneas generales lo que es la perfección cristiana; segui– damente expone y explica con toda detención los medios para alcan– zarla, parando sobre todo la atención en estos dos: la oración, a la que da una importancia extraordinaria y decisiva, y luego la presencia de Dios, en la que insiste reiteradamente, añadiendo como complemento de todo la mortificación. La segunda parte, y por lo tanto segundo tomo, lleva idéntico título, y se imprimió un año después: Madrid 1686 (21 cm., 12 ff.-798 pp.-15 ff.). Va dividido en tres grandes tratados, dedicado cada uno de ellos a las tres clásicas vías del espíritu. Comienza por la purgativa, anotando que el efecto que en ella se ha de conseguir es la pureza o purificación del alma, para lo cual ha de valerse de la meditación. A tal objeto pone las oportunas meditaciones encaminadas al propio conocimiento así como las relativas a los novísimos y, finalmente, son propuestos los motivos que deben mover el alma a amar a Dios. El segundo tratado está dedi– cado a la vía contemplativa, cuya finalidad es dar luz al alma; explica lo que es y cómo ha de efectuarse. Luego propone a las almas que cami– nan por esta vía meditaciones apropiadas sobre la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, un total de 31. A esas añade otras que versan sobre las perfecciones de Dios, con objeto de incitar a las almas a un más intenso y profundo amor de Dios. Por último, el tercer tratado está reservado a la vía unitiva y, después de decir cómo debe llevarse a cabo la purificación de las potencias del alma y explicar muy por extenso lo que debe entenderse por contemplación adquirida, dedica más de las cien últimas páginas a exponer todo cuanto dice rela– ción a la vida de unión llevada por las almas que logran alcanzar este sublime grado de perfección. La obra total se completa con el tercer tomo, cuyo título coincide con el de los otros y que se imprimió asimismo en Madrid, en 1687 (21 cm., 12 ff.-580 pp.-14 ff.). En él, a modo de introducción, da nociones claras y extensas sobre el alma humana, sus potencias, virtudes y dones así naturales como sobrenaturales. Posteriormente, a lo largo de los tres tratados en que está dividido el tomo, va dando a conocer los singulares favores que Dios concede generosamente a las almas que con decisión y valentía van caminando por una de las tres vías y de los que se hicieron acreedoras por su digno comportamiento; expone de igual modo las gracias que el Señor infunde en aquellas que han llegado a la unión con él; a esta unión presta el P. Isidro atención muy señalada.

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