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Miguel Anxo Pena González 218 H uarte de S an J uan . G eografía e H istoria , 28 / 2021 Volviendo sobre su proyecto y la vinculación estrecha que tiene con la pre- dicación, no hay duda de que él propondrá algunas innovaciones que se concre- tarán en su ratio studiorum , donde incorpora el trabajo práctico en la asistencia espiritual del pueblo. No es cuestión aquí de detenernos en valorar cómo esto ha de ser interpretado, pero no cabe duda de que tiene una importancia significativa. Configura la formación universitaria con un talante y estilo diverso al clásico, que era promovido por una universitas que vivía de una tradición ya bastante agos- tada. Respondía a ese talante marcado por una predicación misionera; aquel que había acompañado su itinerario por Alcalá, pero que ahora estaba pasado por el crisol de la propia experiencia. Así, de manera concreta, en 1545, funda en la Universidad de Baeza la prime- ra cátedra de teología positiva en el mundo universitario  75 . Era una respuesta que tenía mucho que ver con su formación, pero que respondía también a un espíritu práctico, que no se conformará con lo que se ha hecho siempre, sino que inten- ta dar respuestas a cada necesidad. Y a este fin, no hay duda de que la teología positiva podía dotar a los bachilleres en teología de unas herramientas mucho más oportunas, tanto para su formación personal como para la proyección en el pueblo. Y, como ponía de relieve la profesora Rincón, la preocupación sobre el tema de la predicación en Juan de Ávila respondía a su vocación catequética y pedagógica. De ahí que, en el contexto de Baeza, resulte imprescindible relacionar la didáctica de la oratoria y el sermón con el catecismo. Se concebía la formación del cristiano a través de la enseñanza de la doctrina a través del catecismo, o la explicación de las Escrituras por medio del sermón  76 . En lo que se refiere a la organización de los estudios logrará un mayor aprove- chamiento del año escolar facilitando incluso, tal y como se refleja en los primi- tivos Estatutos de Baeza, que los grados se pudieran obtener en menos tiempo  77 . Esos años de estudio eran completados, de manera obligatoria, con una experien- cia pastoral antes de la obtención del grado académico. No incorpora únicamente un proyecto teórico, al estilo de los que la Com- pañía de Jesús hará mediante su ratio studiorum , sino que vincula ya el trabajo práctico apostólico, concretado en la asistencia espiritual al pueblo, mediante la cura de almas y la predicación, suponiendo esta manera de hacer una ver- dadera novedad. Sería necesario, a este respecto, valorar qué concepto de Uni- 75 Véase Andrés, 1976, p. 41. 76 Rincón, 2006, p. 136. 77 Ximénez Patón, Historia de la antigua y continuada nobleza…, p. 98.

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