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H uarte de S an J uan . G eografía e H istoria , 28 / 2021 215 P redicación y reforma en el contexto católico europeo previo a T rento frecuente en los cristianos de ascendencia conversa. Y, precisamente, de esto se trataba, de vivir una experiencia amorosa, en la cual el encuentro entre Cristo y el cristiano era fundamental, lo cual se trasluce a lo largo de toda su obra. Así lo expresa él: «Pues quien dice que te conoce como te ha de conocer y no te ama, es mentiroso. Amémoste, pues, y conozcámoste por el conocimiento que de amarte resulta»  62 . También Ávila plantea la reforma de la Iglesia, pero la entiende eminente- mente en una clave interior. Así, mientras otros autores se preocupan por pro- poner una serie de obras a realizar y recorrer, él presenta un camino de impli- cación personal, al que se añadirán luego unas acciones concretas. Este camino tiene que ver con su propia experiencia, como consecuencia del recorrido vital que había hecho en las universidades de Salamanca y Alcalá  63 . Por lo mismo, el fin no ha de estar solo en el cumplimiento de unas normas, sino que habrá que buscar también la virtud. Y, en relación a los ministros ordenados, esto ha de ser realizado con sumo mimo y cuidado. Considera que a la Iglesia le compete una tarea fundamental e irrenunciable, que permite la vinculación personal y comunitaria: criar candidatos idóneos, con una buena selección y formación  64 . Él propondrá un recorrido de ocho años, para que fueran educados antes que ordenados. Una vía fundamental estaba en la formación, en la cualificación de candidatos idóneos para dicho ministerio. Por lo mismo, delinea un perfil de cómo ha de ser su formación. Es interesante comprobar que él está considerando un itinerario forma- tivo específico para aquellos que se han de dedicar a la predicación, entendiendo que no se trata solo de una formación de corte intelectual. Lo importante es salir muy doctos lectores y predicadores, a los cuales se les puede encomendar sin miedo el tesoro y la alteza de la palabra de Dios... pues el oficio de predicar es de mayor peligro y pide mayor santidad; la cual faltando, tórnanse las más grandes letras en más grandes armas para todo mal  65 . 62 Ávila, Carta 64. A unos amigos suyos , vol. IV, p. 287. 63 Piénsese, a este respecto, en algunas expresiones de difícil comprensión y explicación, como cuando se refiere a su etapa salmantina y habla de las «leyes negras». No deja de estar presente una comprensión, también muy vinculada con el mundo converso, que la opción no puede estar sustentada en el hacer cosas, sino que tiene que haber una profunda experiencia y vivencia inte- rior; construir el hombre nuevo, desde lo que es. 64 A este respecto, en las Advertencias necesarias para los reyes insistirá en que han de promover una selección cuidadosa de aquellos que quieran ser promovidos a una tarea ministerial, ponien- do el acento en obispos, beneficiados, confesores y predicadores. Su comprensión entiende que han de ser espejos de un vivir evangélico. Ávila, Advertencias necesarias para los reyes [nn. 4, 22], vol. II, pp. 630, 639-640. 65 Ávila, Memorial primero al Concilio de Trento (1551). Reformación del estado eclesiástico [n. 15], vol. II, p. 494.

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