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La Procesión del Viernes Santo: Una cita con el pueblo de Madrid ¿ Qué madrileño no ha pasado alguna vez por el templo de la Plaza de Jesús? El Viernes Santo, el Divino Nazareno les devuelve la visita. Como un vecino más, recorre las casti– zas calles del centro de Madrid. Jesús se encuentra a gusto entre los suyos, y las muchedumbres reciben con alborozo «el paso». Unos se arrodillan, otros se quedan embelesados mirándolo; quien prorrumpe en ardientes vivas, mientras no faltan los que no pudiéndose contener le dedican la vibrante y emocionada saeta. De todos los corazones brota la oración, la petición, la acción de gra– cias. Desde 1697 nos consta documentalmente que salía la imagen en procesión. En ese año el cardenal de Toledo, D. Luis Manuel Femández de Portocarrero, «animó con su distinguido celo a hacer esta procesión... , previendo todos la gran gloria que se había de seguir a Dios en el culto de esta su santa ima– gen, y utilidad al prójimo, como hoy se está experimentando» 46 • Debido a algunos roces con la Congrega– ción del Cristo de la Fe, que salía en proce– sión de la parroquia de San Sebastián en ese mismo día, en 1703 interviene nuevamente el cardenal Portocarrero, indicando el itinerario exacto que debe seguir la procesión de Jesús: «Carrera de San Jerónimo hasta las cuatro calles y de allí por la calle del Príncipe a la plazuela que llaman de Antón Martín; bajan– do por la calle del Amor de Dios y de las Huertas, hasta llegar al dicho convento». «La hora de salida será a las cinco en pun– to de la mañana, y han de estar de vuelta a las ocho. Las personas que asistan a la procesión deben poner todo el cuidado para que se eje– cute con toda devoción, silencio y recogi– miento, sin dar lugar a desorden ni acción alguna de que pueda resultar el menor escán– dalo. Y todo ello para que por este medio se aumente más la devoción de tan santa ima– gen »41 _ Procesión del Viernes Santo. El «Paso» en la ► Puerta del Sol y calle de Alcalá. 52