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Pero dejemos al cronista que nos describa esta magna romería. Escogemos la crónica de 1960: «Él primer viernes de marzo, tuvo lugar la adoración de la imagen de N.P. Jesús Nazare– no. El tiempo se presentó espléndido, casi primaveral. El templo había sido iluminado, tanto en la fachada como en su interior, por potentes reflectores prestados por el Ayunta– miento. Como en años anteriores, la imagen fue colocada en el presbiterio, bajo hermoso dosel, a fin de que fuese así más fácil la ado– ración por uno y otro lado, pudiendo besar el pie dos personas al mismo tiempo. Delante del pedestal de la efigie había un artístico frontal de plata repujada, costeado por sus– cripción de los esclavos y devotos de Jesús; frontal que se estrenaba este año». «La adoración dio comienzo a las doce en punto de la noche. Seguidamente se dijo la primera misa, celebrándose luego sin inte– rrupción misas de media en media hora. Entre los centenares de miles de fieles que entraron a orar ante la imagen y pasaron igualmente a besar el pie de Jesús se cuentan: El Nuncio de su Santidad, varios Obispos, Ministros del Gobierno, el Presidente de las Cortes españo~as, varios Generales y altas personalidades. Acudió también la esposa del Jefe del Estado, doña Carmen Polo de Fran– co... Y no sólo fueron los madrileños quienes se acercaron este día a nuestra iglesia a dar una prueba más de su fe y de su devoción a Jesús, sino que fueron muchas las personas que vinieron de fuera en devota peregrina– ción. La adoración de la imagen se prolongó hasta las dos de la mañana del día siguien– te»4s_ Se calculan en unas cuarenta mil las perso– nas que besan el pie de Jesús; y en unas dos– cientas mil las que pasan por la Basílica a orar y a saludar al Amigo de siempre. Actual– mente los Reyes de España, cuando sus ocu– paciones se lo permiten, llegan también a dar el beso de amor a N.P. Jesús. Es una tradi– ción muy antigua en la familia real española. El Papa Pablo VI besa una imagen del Cristo de Medinaceli, en presencia del P. Villalobos y miembros de la Junta de la Esclavitud.

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