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el contrato, no las darían por cien moros, ni por el dinero de toda la redención» 14 • Imágenes rescatadas Las imágenes hechas cautivas en Mámora y que ahora se rescatan son éstas: Imagen devotísima de Jesús Nazareno, de cuerpo natural, con su tunicela de tafetán morado, manos ligadas y cuello con un grueso cordón, tejido de seda de oro; Santo Cristo crucifica– do, de alabastro; Santo Cristo crucificado, de azabache: Niño Jesús, de talla, de una vara de alto; Niño Jesús, de talla, más pequeño; Ima– gen de Nuestra Señora del Rosario, de talla y estofada; Nuestra Señora de la Concepción, vestida; I'\uestra Señora con el Niño Jesús en los brazos, de talla y estofada; Nuestra Seño– ra con el Niño Jesús en los brazos, pintada en tabla; Imagen primorosa, de cuerpo natural, del arcángel San Miguel, patrón de Mámora, con el diablo a sus pies; Santo Ángel de la Guarda, de talla y estofado; San Francisco de Asís, de cuerpo natural, de talla y estofado; San Diego de Alcalá, de cuerpo natural, de talla y estofado; San Antonio de Padua, de cuerpo mediano, de talla y estofado; Santa Lucía, de cuerpo natural y vestida. Varios rosarios, los ornamentos que pudieron hallar– se, los vasos sagrados y los misales. Todo se rescató del poder de los moros y se trajo a España 1 5 • Nuestro Padre Jesús vuelve a España Rescatadas ya las imágenes, «desde Ceuta las enviaron los Padres Trinitarios a Gibral– tar, remitidas a un sacerdote, hermano de la religión, con cartas de aviso para que las guardase en secreto hasta que llegase un reli– gioso, encargado de conducirlas a Sevilla. Siendo el sacerdote emprendedor y de gran capacidad, sin reparar en el aviso, ni aguardar a más, conduciendo los bagajes con un solo mozo y una carta suya, las remitió al conven– to de Sevilla». «Guardábase en este tiempo con gran rigor la entrada en la ciudad, por el contagio Imagen de Nuesrro Padre Jesús, bella talla del siglo XVII. 11