BCCCAP00000000000000000001377

59. Representación de autos de fe y comedias en la Plaza Mayor, de Francisco Ricci. Museo del Prado. peticiones del nuevo rey de España Felipe IV, ordena que se reanuden los trámites pre– vios a toda canonización. Según el modo de proceder de la Sede Apostólica se celebran tres consistorios. El primero es secreto, y tie– ne lugar el 19 de enero de 1622. El cardenal de Monte, Francisco María, expone las ra– zones de por qué se abrió el proceso y todo lo que se había hecho hasta ese momento. Hace un reláto de la vida de San Isidro si– guiendo fundamentalmente el manuscrito de Juan Diácono, y termina narrando el núme– ro de milagros aprobados en Roma. Como conclusión de las investigaciones realizadas insinúa al papa que «el beato Isidro puede ser inscrito legítimamente en el catálogo de los santos». El 27 de enero del mismo año tiene lugar el segundo consistorio, que es público. El abogado de la curia romana, Fausto Caffa– relli, recuerda nuevamente la vida y mila- 74 gros de Isidro, y termina pidiendo al papa la canonización del santo de Madrid. El último consistorio, semipúblico, se ce– lebra el 14 de febrero de 1622. Reviste una gran solemnidad. Preside el papa y asisten 32 cardenales, 31 patriarcas, arzobispos, obispos, varios protonotarios, el colegio de auditores de la Rota, el maestro del sacro pa– lacio, los secretarios y el procurador fiscal. En él, superados todos los trámites legales, el romano pontífice se pronuncia a favor de la santidad de Isidro, y señala el 12 de mar– zo de 1622 como fecha definitiva para procla– mar oficialmente la santidad del Labrador madrileño. Fue este un día memorable para España. Juntamente con Isidro fueron ele– vados al honor de los altares Ignacio de Lo– yola, Francisco Javier y Teresa de Jesús. A ellos se añadió el italiano Felipe Neri. Así terminaba un proceso largo, minucio– so, que había servido para que la suprema

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz