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56. Felipe II, de Sánchez Coello. Mus;o del Pr:ido. Gran animador de la cano– nización oficial de lsiiro. de San Andrés Don Gómez Tello Girón, go– bernador y administrador general del arzo– bispado e.e Toledo, y el cronista hace esta anotación: «... es:a visita se hizo por su se– ñoría sin solerr:nidad pública y estando cerradas las puertas ele dicha iglesia por no estar el santo canonizado». Esta misma actitud se repite en la visita que hace el doct:)r Gencor el 5 de junio de 1570. Ordena que el cuerpo del santo «no se saque de donde está metido para mostrarle al pueblo . .. por no estar canonizado; y man– da al cura y beneficiado de esta iglesia y su s tenientes así lo cumplan bajo pena de exco– munión». Ante este giro adverso, tanto las autoridades religiosas como las civiles creye– ron oportuno comenzar las diligencias perti– nentes para que Isidro fuera elevado al ho- nor de los altares por la Sede Apostólica. De este modo se terminarían, de una vez por to– das, las suspicacias y las intervenciones pro– hibitivas. Procesos para la canonización oficial La Villa ele Madrid nombró procurador de la causa a Diego Salas Barbadillo. Éste iw teresa rápidamente en el asunto al rey Feli – pe II, y al arzobispo de Toledo Gaspar Qui– roga. Felipe II, que había sido curado de ca– lenturas después de haber bebido el agua de la fuente del santo, tomó la causa como pro– pia, y escribió dos cartas al duque de Scsa, su embajador en Roma. En ellas le ordena– ba gestionara ante el papa Clemente VIII 71

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