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gidas entre el clero parroquial de San An– drés, que se consideraba propietario del · cuerpo, y los capellanes de la capilla, a quie– nes consideraban simples administradores, al final se decidió que el cuerpo de San Isi– dro volviera a la parroquia del apóstol, cerrándose la comunicación existente entre la parroquia y la capilla 27 • De nuevo en la parroquia de San Andrés Devuelto a la parroquia, su cuerpo fue co– locado en la capilla que se le había construi– do en 1213, junto al al-tar mayor, al lado del evangelio. Ciento catorce años reposaría aquí: de 1555 a 1669 28 • Capilla de San Isidro La canonización del patrono de la Villa y Corte (1622), impulsó grandemente el deseo de construir una gran capilla o iglesia, don– de descansara su cuerpo incorrupto. Se pen– só en varios emplazamientos, prevaleciendo al final la idea de no separar la nueva capi– lla y la parroquia de San Andrés, para no privar a ésta de su mejor tesoro. Se formó una Junta en 1641 encargada de coordinar ideas y de impulsar la obra. En el archivo de Villa se conserva abundante documenta– ción referente a la construcción de esta capi– lla, desde 1643 hasta 1669 en que se termi– nan las obras. Se construyó la capilla según planos y pre– supuestos de Pedro de la Torre. Se CQ&teó con limosnas, sobre todo, de la Casa Real, Ayuntamiento y particulares; siendo notable la contribución de las naciones hermanas de ultramar. La primera piedra se colocó el 12 de abril de 1657, con asistencia de los reyes Felipe IV y Mariana de Austria. Juan Lo– bera, arquitecto y marmolista, realizó el templete central donde iría el cuerpo del san– to. Las estatuas, tanto del interior como del exterior, corrieron a cargo de distintos escul– tores. Francisco de Ricci y Juan Carreño realizaron cuatro pinturas, dos cada uno, para los nichos del cuerpo de la capilla. Fran– cisco Caro pintaría un total de cincuenta 54 lienzos para la parte circular de la misma. El interior de la capilla ardió en las jorna– das del mes de julio de 1936, perdiéndose la mayoría de los cuadros e imágenes. El estilo del edificio es el de la época: barroco-plateresco. Tiene forma octogonal, componiéndose de dos piezas: la primera, cuadrada y la segunda, ochavada, con una cúpula admirable y esbelta, y un riquísimo templete en medio. El co,ste total de la obra ascendió a 11.960.000 reales. El 17 de abril de 1669 se comunicó al pueblo que la obra estaba terminada, y el 15 de mayo se trasla– dó el cuerpo del santo con toda solemni– dad ... , depositando debajo del templete de la nueva capilla los restos venerados del glo- rioso Labrador, encerrados en el arca de pla– ta que cincuenta años antes habían regalado los plateros de Madrid. Carlos II declaró la capilla de real patro– nato y la dotó de todos los privilegios de las · capillas reales. Para promover el esplendor del culto hizo una fundación con 14 capella– nías y más de 12.000 ducados de renta. Cien años reposó el cuerpo de San Isidro en esta capilla 29 • Colegiata-Catedral de San Isidro El 2 de abril de 1767, el rey Carlos III ex– pulsaba a los jesuitas de España. Entre otros conventos, tuvieron que abandonar el Cole– gio Imperial con su hermosa iglesia, sito en la calle de Toledo, de Madrid. - El 27 del mismo mes, el cabildo de la ca– pilla de San Isidro escribe al rey pidiéndole el traslado del cuerpo del santo a la «iglesia de lo que había sido Colegio Imperial de la Compañía de Jesús». La petición se apoya– ba en el hecho de que la capilla de San Isi– dro, con tener 30,20 metros de larga y 14,30 de ancha, era pobrísima en dependencias, pues no tenía sacristía, despacho, coro, ni lo– cal alguno donde poder guardar los utensi– lios y enseres del culto. En el altar mayor: Animado por esta pe– tición, y también para que siguiera el culto con todo esplendor en la famosa iglesia de 40. Capilla de San Isidro. Madrid. ►

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