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15. Vista aérea de Torrelaguna (Madrid). fía; y estaba tan bien querido y estimado en toda aquella tierra que no sólo la ·gente de Torrelaguna, sino la de aquel contorno y lu– gares circunvecinos, le cobró gran afición por su buen vivir y conversación afable». «Algunos de aquellos labradores; amigos y apasionados del siervo de Dios, viendo las muchas descomodidades que padecía estan– do soltero, conocieron la necesidad que te– nía de compañía, para alivio de sus trabajos y tareas» 6 • María de la Cabeza Según una tradición fiable, Isidro conoció a María en Torrelaguna, donde se encontra– ba sirviendo. E:-a natural de Uceda, pues «aunque naciese en Caraquiz, según se lee en la mayoría de los testigos que fueron exa– minados en los Procesos, como Caraquiz nunca fue lugar con parroquia propia, sino una alquería en el término y territorio de Uceda, siempre se dirá, con razón, que fue la santa de Uceda». En los Procesos aparece comúnmente con el nombre de María, alguna vez con el de Toribia. «El sobrenombre de la Cabeza no es apellido propio; porque en aquel tiempo sólo la gente noble usaba de los apellidos... El so– brenombre se debe a que después que pasó a la gloria esta labradora celestial, fue colo– cada su bendita cabeza en una ermita de Nuestra Señora, que está junto a Caraquiz, al poniente, entre el río Jarama y Torrela– guna. Llamábase antiguamente nuestra Se– ñora de la Piedad. En el principal altar de este santuario gozó por muy dilatado tiem- 21