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ra: San Nicolás de Bari; San Salvador; San Miguel de los Octoes. En la calle del Arco de Santa María: Santiuste. Sobre el barran– co originario: San Pedro. En la zona meri– dional: <San Andrés, con extensa feligresía y aislada de las demás. Puede que estas cir– cunstancias se expliquen por ser, antes de la conquista de Alfonso VI, donde vivían los mozárabes. Como es sabido, la tradición hace a San Isidro feligrés de esta parroquia. Mercado. En la plazuela de la Puerta de Guadalajara se situaba el mercado de car– nes, pescados y frutos. Pero el lugar más co– mercial en los siglos XI-XII de Madrid esta– ba localizado en lo que hoy conocemos como Plaza de la Paja. Era el zoco donde se trafi- 8. Virgen de la Almudena, patrona de Madrid. caba con bestias, guarniciones y forraje, lo que ha quedado reflejado en su actual deno– minación. La base fundamental del comer– cio en esta época la constituyen los produc– tos agrícolas, los curtidos, la alfarería y los utensilios de labranza. A estos mercados acudiría Isidro con los frutos y cereales de las tierras de su amo. Musulmanes y judíos. Con la reconquista cristiana, los musulmanes son expulsados de la almudena y se instalan en la medina: en la eminencia conocida por Cerro de las Vis– tillas. Allí erigieron mezquita, horno y ba– ños , y allí tuvieron su propio mercadillo en la «tarbiá», que luego se llamó plaza de la Morería. Se regían por su propio juez. Eran