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4. Murallat árabes en la Cuesta de la Vega. Al fondo , la Catedral de la Almudena en construcción. muy determinada. En cuanto a calles, una debió existí.'." siempre : la que unía las entra– das de la Vega y Santa María; también pudo. existir otra que enlazaría las Puertas de la Vega y S:1gra. Las demás se ajustarían al re– lieve y al cerco murado . ¿Qué actividades se desarrollaban en la ciudadela? Además de las propiamente mi– litares y 2.dninis~rativas, nos constan por di– versos docu:nentos: la existencia de un hor– no de pan, .ma floreciente alfarería, y algu– nas más ori~ntadas a abastecer a la milicia, a la indispnsable burocracia, y a la peque– ña comunidad que vivía dedicada funda– mentalmcnt~ a la guerra. La iglesia de Santa María. Este antiquísi– mo templo era el único que existía antes de la dominación musulmana. Estaba situado en la confluencia entre Mayor y Bailén. Al ser el único dentro de los muros de la almu– dena, los musulmanes lo transformaron en mezquita. Reconquistada por los cristianos, aparece siempre en primer lugar entre las iglesias de la Villa, con el título de Santa Ma– ría de la Almudena. La medina: En ella vivía el grupo civil de la población. Las murallas y las puertas. En una ciudad medieval es muy importante fijar los límites del perímetro que la cercan. Y por aquí comenzaremos. Partía la muralla de la parte sur del alcá– zar, y llegaba a la Puerta de la Vega, donde empalmaba con la muralla de la almudena . 9

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