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1 •IRIA FLAVIA ~(,\~ ~p.\C/\ c,P- 1 PAMPILONA • : (PAMPLONA) (IRIA) p\l0"\ • ASTURICA (ASTORGA) (PALENCIA) PALLANTIA • • AQUAE·FLAVIAE (CHAVES) PROVINCIA TAR \ <HuEscA> oSCA • "-tcoNENSE .. .... ' (LERIDA) IL: ROA • GERUNDA (GERONA) \ @ BRACARA (BRAGA) • MAGNETO (OPORTO • ; ,,ti CAESNIAUGUSTA SECOBIA ; ; \ (ZARAGOZA) BARCINO (BARCELONA) TARRACO (TARRAGONA) SALAMANTICA • (SALAMANCA) (SEGOVIA) # ' ._ . , \ ARELA , # \ , •, MINORICA •(AVILA\, , , / (MENORCA) ___ ..,., . ._, ,,,. ~ COMPlUTUM '" - V"'° • CONINBRIGA (COIMBRA) (ALCALA DE HENARES) • VALERIA (CUENCAt MAIORl~ A (MALLOR • TOLETUM (TOLEDO) • ALEl'.,IA (VALENCIA) PROVINCIA CARTAGINENSf. /4). ~ ~ BUSSUS (IBIZA) . , , ELVORA (EVOR:)__ • ,_ .- ' , . (ElEHE) IUl<:I • I HISPALIS (SEVILLA) "? 1 @ • A<:CI (6UADIXy \ ILIBERIS (GRANADA) • r N\NCI/\ BETICA ~~ ~· ~=~~ V\ MALA<:A (MA!MJA) l. División de la Península en provincias romanas. Epoca romano-cristiana. sus corazones una fuerza sorprendente que les capacitó para llevar a cabo la conquista del mundo. Con una rapidez extraordinaria llegó la Buena Nueva a las más diversas regiones pa– ra germinar en ellas en comunidades llenas de vida. A mediados del siglo II se multiplica– ban las pruebas de la existencia de iglesias a distancias inmensas de Palestina. Acuciados por la persecución de Herodes Agripa, en la cual fue ejecutado Santiago el Mayor hacia el año 42-44, los Apóstoles y discípulos parten en todas direcciones anunciando la Palabra de Dios "a todas las gentes". La explosión de la Buena Nueva por todos los rincones del mundo comenzc.ba a ser una realidad. Esta siembra cristiana tuvo como anima– dores de primer orden y como directores a los Apóstoles y a los discípulos; pero no ha de olvidarse que fue también, casi en la mis– ma proporción, obra de millares de creyentes «nónimos que, e-l azar de viajes y de encuen– tros, p:-epararon el camino del Señor y empe– zaron a ganar almas para el Reino. Co– merciantes, colonos, soldados, esclavos libe– rados, judíos conYertidos ... recorrían lc.s riberas del med~terráneo e iban anuncianoo la Buena Nueva en sus grupos, plazas públi– cas, mercados, sinagogas, puntos de reunión de las caravanas ... Así, imperceptiblemente, ¡sin enterarse el Imperio!, iban naciendo las