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El tema revolucionario del Magnificat es éste: Dios eleva, exalta a los pobres, a los va– ciados de sí mismos, a los que no presentan derechos para exigir a Dios ... ; y abaja, derri– ba de sus tronos a los poderosos, a los ricos, a los que están llenos de sí mismos ... no de– jando lugar a Dios en ellos. Este canto nos habla de la revolución de Dios, no la de los hombres; no anuncia ni venganza ni reduc– ción de los opresores a la condición de opri– midos, como suelen hacer las revoluciones humanas, sino la promoción de los ricos a la dignidad de los pobres. Por otra parte, María es la mejor encarna– ción del mensaje del Magnificat. Si Dios ha hecho en Ella cosas grandes, es precisamente porque se ha fijado en su insignificancia. Hay en María una clara cor.ciencia de la absoluta e inmensa desproporción entre los prodigios que Dios ha obrado en ella y lo que Ella mis– ma es. María percibe con gran nitidez la dis– tancia infinita entre el creador y la criatura; y está plenamente convencida de que todo se lo debe a Dios, de que en Ella todo es gratui– to, regalado, resultado de un don graciosa– mente concedido. El cántico de María es una reminiscencia admirablemente actudizada del cántico de Ana, la madre de Samuel (1 Sam 2, 1-10). Sin duda se ha mantenido y conservado gracias a que se cantaría ya en la comunidad primitiva de Jerusalén, a la que pertenecía María. Texto evangélico: Lucas 1, 46-56. "María dijo: Proclama mi alma la grandeza del señor, se alegra mi es– píritu en Dios, mi Salmdor; porque ha mira– do la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mi– su nombre es santo. Y su misericordia llega a susfieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes; a los hambrientos los colma de bienesy a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo 52. Magnifi,cat, "Todos los pueblos me proclamarán dichosa ... "por Fra Filippo Lippi. había prometido a nuestros padre~, en fa– vor de Abraham y su descendencia para siempre. María se quedó con Isabei unos tres meses y después volvió a su casa". Un ángel revela a José la Concepción virginal deJesús Terminada la visita a los primos, María re– gresa a Nazaret, y allí]osé percibe los prime– ros síntomas del embarazo de su esposa. El problema era grave puesto que él no había tenido parte en ello. ¿Por qué María no le ha– bía comunicado la obra realizada por Dios en Ella? Es fácil qce José no la hubiera entendi– do. Si Dios había tomado la biciativa en todo este misterio, María deja que sea Él también 67