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Anunciación María aparece expresamente en la histo– ria en el pasaje de la Anunciación. Se lo de– bemos al médico Lucas; un hombre culto, al corriente de los nuevos métodos gracias a los cuales los griegos dieron nacimiento a la his– toria . Antes de escribir su Evangelio, hace una encuesta a los "testigos oculares de los hechos" (Le 1, 2-3). Para el relato de la irran– cia de Jesús, posiblemente se entrevistó ::on la misma María, o al menos con algún peso– naje muy allegado a Ella, que habría recibido sus confidencias. La Anunciación supone para María el des– cubrimiento luminoso de su vocación. El án- gel aclar2. de entrada quién es María: la llena de graciz, la amada, la predilecta de Dios. Luego le propone la aventura más especial y extraordi::iaria jamás encomendada a criztura alguna: Eer la Madre de Dios. Ella va z ser aquella virgen de que habló Isaías (7, 14), aquella virgen que concebiría y daría a lll2 un hijo cuyc• no::nbre sería "Dios con nosotros". Pero, "¿có::no será esto, pues yo no conozco varón?". Aclaradas Lis dificultades provenientes de su decisión ce entregar su corazón y su vida exclusivamente a Dios, da su consentimiento: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra n . Aquí me tienes toda ente– ra, a tu dispos:ción; mi voluntad es la tuya, mi 50. ''Anunciación ", obra de Fra Angélico. 64