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lado de Francisco Silvela obtuvo la alcaLdía de Madrid en 1892, después de haber sido senador por Ávila y diputado por la provincia de Madrid. No es de extrañar que este arquitecto que gozaba de tantos valimientos obtuviera el honroso encargo de la iglesia de Kuestra Señora de la Almudena, obra patrocinada por la aristocracia de la Restauración y que había de consagrarle como el máximo arquitecto de toda esta época. • Cripta Las obras empezaron, naturalmente, por la cripta. El marqués de Cubas falleció en enero de 1899, sucediéndole el arquitecto don Miguel Olavarría, colaborador suyo. Éste murió en 1904 y le sucedió don Enrique María Repullés y Vargas. El 31 de mayo de 1911 se abrió al culto la gran cripta, definiti– vamente terminada y exornada con todos sus accesorios. La cripta comprende toda la superficie que ocupará la catedral y consta de tres na– ves flanqueadas por capillas con crucero, áb– side o girola, rodeada también de capillas, y en la del centro que constituye un vestíbulo, se abren tres puertas a la calle Mayor. Su altu– ra es de 8,50 metros hasta las claves y : ,50 metros hasta los capiteles en que se apoyan los arcos. La piedra empleada en la misma procede en su mayor parte de Chao de Maps (Portugal), habiéndose empleado unos 16 000 metros cúbicos. El estilo de la cripta es el románico, ~a– biéndose hecho con arreglo al mismo todos los detalles, altares, vidrieras, mueblaje ... :)a– jo dibujos y modelos de la dirección de obras. • Capillas, imágenes, enterramientos Posteriormente a la inauguración se reali– zaron las obras de sepulturas y decoración de capillas destinadas a enterramientos, en los cuales las familias que han adquirido los je– rechos a los mismos han rivalizado en gusto y suntuosidad. La finalidad de estas capiJas era arbitrar recursos para continuar las obras de la catedral. 52 • Lado derecho (entrando en la cripta por la ca!leMayor) La p::-:mera capilla tiene como titu:ar a Kuestra Señora de Vallivana, familia Pallarés– González. La segunda dedicada a San José, fa– milia José Martí Prats y Pilar Colón Eguía. Viene lcego una capilla dedicada a San An– tonio, pe::-teneciente a la familia Aspuru Alon– so de S2.nteÍfJ; inmediatamente después :1os e:1contramos con el acceso a las dependencias parroqu:2.les . En esta zona del crucero se da culto al Cristo del Buen Camino en talla; Kues– tra Seño::-a de la Soledad, en imagen de vestir, y a Nuestra Señora de la Flor de Lis, cuya iis– toria relaumos en otra parte de este libro. A continuación tenemos la capilla pertene– ciente a la familia Rovilla y Ladrón de Guevara, dedicada a la Santa Faz. La siguiente es la destinada al primer arquitecto del edifi– cio, don Francisco de Cubas, y en ella está en– terrado con su esposa, habiendo sido decora– da por s-.15 hips con altar y sepulcros de :nár– mol, bronce y mosaicos. Está dedicada a la Resurrección del Señor. Los marquese.3 de Cubas y Fontalba están enterrados a con– tinuación, en la capilla dedicada a la Anunciación. La Virgen de los Dolores ¡xesi– de la siguiente, adquirida por los marqueses de Urqu~j:). La última, presidida por un Cristo crucificado, pertenece a Antonio Trueba Barquín y familia. En el fondo del templo se erige, fastuoso, el monumenb funerario de la familia Soto y Alba. Se deva sobre un gran podium al qt:e se accede por escaleras, y va todo él acotado por cancela de mármol, que en los lados me11Jres es sustiLJida por rejas sobredoradas. En el centro se lev2.nta el túmulo funerario, forma– do por seis ángeles que soportan el féretrc. • Lado izquierdo La primera capilla a la izquierda está dedi– c2.da al Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de los Dolores, marqueses de Mal– traña y Condes de Bustorredondo. La segun– da está presidida por una preciosa talla e.e la Virgen de la Almudena; hoy cumple funcio– nes de capilla bautismal. En el testero del cru-