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y forrado de roj::::>; con la mano izquierda sos– tiene el Niño, y en la derecha, a la altura del pecho, tiene una flor de lis de oro. El Niño Jesús carece también de corona y su nimbo está asimismo dorado; sus cabellos están cor– tados al uso de los reyes de Castilla y el lindo rostro es señoril, apacible; su túnica es rosa– da; con la mano izquierda sostiene un mun– do y con la derecha ber_dice. Se creyó en el siglo XVII que esta pintura era de la época de Alfonso VI, basándose en que la flor de lis se debía a que C::mstanza era francesa y por eso esta flor; pero el tipo co– rresponde a las Vírgenes de la segunda mitad del siglo XIII. A pesar de las desgraciadas res– tauraciones que ha padecido la imagen, es uno de los ejemplares más interesantes y cu– riosos de la pintura mural española de la Edad ~edia. En 1834 se funda una Congregación de Jardineros y la nombran su patrona. Al ser demolida la iglesia de Santa María "se cortó con sumo cuidado la parte de la pa– red de ladrillo sobre que estaba pintada la Virgen de la Flor de Lis, y, encerrada en un fuerte marco de madera, fue trasladada a la iglesia del convento de Bernarde-.s, de donde vino a la cripta de la catedral de la Almudena donde se encuentra en la actualidad". Catedral Desde el momento en que se llevó a cabo el derribo de la iglesia de Santa María, los ma– drileños se movilizan para conseguir levantar nueva iglesia a la Virgen. La Congregación de Esclavos de Nuestra Señora 12. Real de la Almudena nombra una comisión para recau– dar fondos; y en la primera Junta, celebrada el 22 de diciembre de 1868, acuerdan dirigir– se al cardenal de Toledo, del que dependía la Villa en el orden religioso, solicitando el co– rrespondiente permiso eclesiástico. En 1879 se habían recaudado 145 115,07 reales, y la suscripción popular seguía abierta. Por real orden del 10 de septiembre de 1879 se remitió para su estudio al alcalde de la Villa y al ministerio de Hacienda el Plano de la nueva iglesia de la Almudena, Plano que había trazado el arquitecto don Francisco de Cubas y González Montes, mar– qués de Cubas. Ni el ministerio, ni el ayunta– miento pusieron reparo alguno, y por real or– den del 27 de agosto de 1880 se aprobó el Proyecto. También por una real orden del 29 de oc– :ubre de 1881 se comunicó al arzobispo de Toledo la cesión de los terrenos que poseía la Casa Real en la plaza de la Armería para edifi– car la iglesia, los cuales, con otros cedidos por el ayuntamiento, constituyen el solar que hoy ocupa la catedral. Se recibió con gran re– gocijo la noticia, ya que los terrenos donde se iba a levantar el nuevo templo, eran conti– guos al cubo de la muralla en donde, según la tradición, se había ocultado la imagen de la Virgen durante la invasión musulmana. Asimismo el rey donaba 125.Cl00 reales para empezar las obras, "ofreciendo contribuir, co– ::no lo hizo, con respetables sumas para pro– seguirlas". • Un proyecto avaladopor la monarquía El proyecto aprobado no era ya el de una simple iglesia. Fue la decidida intervención del rey Alfonso XII la que hizo derivar el pro– yecto inicial, mucho más modesto, al de una gran iglesia catedralicia. La reina doña Mercedes, que había apo– yado con ahínco la idea de levantar el nue– vo templo, muere en 1878. Su prematura muerte inspiró al rey la idea de erigir un suntuoso mausoleo a su memoria en el futu– ro templo del que ella había sido fervorosa patrona, ya que al morir la reina sin descen– dencia no podfa ser enterrada en el Panteón Real del monasterio de El Escorial. No se pensaba todavía que la iglesia de la Almudena fuera catedral, pero ya iba a ser ·Jn templo enorme. Apenas iniciados los trabajos, el papa León XIII otorgó la bula "Romani Pontífices", el 9 de marzo de 1884, creando el obispado de Madrid-Alcalá, siendo elegi– do como primer obispo don Narciso .\1artínez Izquie:-do. Al mismo tiempo seor- 47

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