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29. La Virgen de la Almudena, nimbada por una mandarla o aureola y con la corona, regaladas por el pueblo de Madrid, en 1948. El pedestal o sopera, del siglo XVII, obsequio del Ayuntamiento de la Villa . De esta manera se la distinguiría también de otras imágenes o ermitas dedicadas a la Virgen que existían por esa época en Madrid. Alguien se ha imaginado este diálogo entre dos piadosas mujeres de aquel tiempo: - ¿Dónde vas esta tarde? -A visitar a Santa María. - ¿Qué Santa María: la de Atccha o la de la Almudena? -La que está en la .1lmude– na, mujer. En siglos pasados se dieron otros ')[Ígenes a la palabra almudena. Unos: Verii Tassis, López de Hoyos. . . afirman que al:nudena vendría de la palabra almud (medid2. medie– val de áridos, equivalente a algo más ::le un li– tro) ya que los labradores que acudían a ven- 36 der granos a la ciudad, primero ofrecían ·Jn 2lmud a la Virgen; este mismo origen podría j-Jstifü:arse porque una tradición dice que la imagen fue ocultada junto con un almud. Para otros, Mesonero Romanos entre ellos, el nombre vendría de hallarse la iglesia al la– do de una alhóndiga (casa pública destinada a la compra y venta de trigo) a la que los rr:.u– sulmanes llamzban en su lengua almudén. Resta verosimilitud a esta hipótesis el hecho de que la alhón::iiga de que hablan los cronis– tas cerno próxima a la iglesia de la Virgen de la almudena fue un edificio que mandó le– vanta:- Felipe IV como depósito de trigo, a fin de que no faltara nunca el pan en Madrid. Fue, pues, un edificio levantado en el siglo A'VII, cua:1.do ya hacía mucho tiempo que la Almudena era c::mocida por este nombre. Voto del Ayuntamiento de Madrid M2.drid se ha preciado siempre de ser la primera poblaciór.. española, y del mundo ~ue, con motivo de una epidemia en 1438, tizo VOTO d-= defender la Inmaculada Concepción de la Virgen y guardar su fiesta celeb:-ando una solemne procesión y ayu– nando la víspera. El 8 de septiembre de 1646, para dar gra– cias a la Virgen de la Almudena por haberles salvac.o de una grave inundación ocurrida el año anterior, los Regidores de Madrid hicie– ron otro Voto solemne de celebrar ese día de fiesta: "Esta Villz VOTA la asistencia a la festi– vidad de Nuest:-a Señora de la Almudena .. . perpetuaoente para siempre jamás, esperan– do que este ser1icio le será muy agradable a la Virgen Santís:ma... y para el bien público de esta Villa". Timoteo Domingo nos aclara : "Llamábanse Fiestas de Voto de Villa --que eran doce- las que mediante juramento pú– blico y solemne se celebraban todos los años a expensas del Municipio y con su asistencia". Dmante casi dos siglos se cumplió pu:1.– tualmente la promesa, hasta 1836. Desde e:1.– tonces, según el color político de los diversos Ayuntamientos, asisten o no a la solemnidad