BCCCAP00000000000000000001376

2 y 3. San Pedro y San Pablo, los dos grandes Apóstoles de occidente, por El Greco. 8 Del texto se deduce con claridad que a prn– cipios del siglo III el cristianismo tenía adep– tos por toda la His¡:ania romana. San Cipriano El tercer documento histórico que ha Ue– gado a nosotros es mucho más explícito y concreto que los anteriores, y nos proporcb– na diversas noticias sobre las iglesias de Espaf.a. Se tratr. de una carta sinodal proce– dente de Cartago, firmada por San Ciprianc y otros 36 obispo:s africanos, y dirigida al pres– bítero Félix y fieles de León-Astorga, y al diá– cono Elio y fides de Mérida. El sínodo y la carta se datan e~ afü) 254 o primera mitad del 255. Los obispos a~ricanos tratan en la carta del conocido conflicto de los cristianos de León-Astorga y de Mérida con sus obispos Basílides y Mardal, que habían claudicado en la recién pasad2. persecución de Decio y, C-:)– mo consecuencia, habían sido depuestos de sus cargos, para· los cuales las comunidades habían elegido como sucesores a Félix y Sabino respectivamente. Esta carta a¡:orta datos interesantes sob::-e el cri5tianismo hispano. En ella se citan las iglesias de León-Astorga y la de Mérida. Se trata de comunrlaées bien organizadas, que han alcanzado un considerable grado de de– sarrollo. Así lo demuestran los siguientes ru– tos: D-Jrante el Yiaje a Cartago de los obispos Félix y Sabino, han quedado a cargo de sus comu:üdades el p::-esbítero Félix en León– Astorga, y el diácono Elio en Mérida. Para la elección y ordenación de sus nuevos obis– pos, 12.s dos iglesias hispanas habían proceci– do perfectamen~e de acuerdo con unas nor– mas canónicas que los obispos africanos juz– gan ser las correctas: se había obtenido el voto favorable de toda la Comunidad, el e.e los obispos presentes en la ordenación, y el de los otros obispos ausentes a quienes pre– viamente habíar:. escrito. A codo esto hay qi.:e añadir que estas comunidades habían perma– necido fieles a pesar de la dura y cruel perse– cuciór:. de Decic, (año 250), con el agravante de no haber contado con el apoyo y aliento

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz