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Estamos ante un cuadro también de tema religioso , pintado al óleo sobre tela de 1/60 de alto por 1/15 de ancho que recoge un episodio de la vida de San Pablo ermitaño, en pen:– tente soledad. Es alimentado todos los días por el cuidado de un cuervo que en su pico trae el pan necesario para el santo anacoreta. Son las dos únicas figuras . Si b. paternidad del cuadro se nos oculta detrás de su poca luminosidad, no sucede lo mismo con su estilo: cuadro barroco, en su formulación tenebrista. El autor de este San Pablo pinta con gran delicadeza espiritual, finamente tratada y representada en esa horizon– talidad del brazo derecho situado en el 92 SAN PABLO ERMITAl\fO (anónimo) centro compositivo. Este detalle parece que constituye la fuente de savia que fluye a través del brazo hasta alcanzar la cabeza . A su paso todo el cuerpo se distorsiona, mientras que el brazo quedé. en aparente quietud. La composición es sencilla . El pintor va b1.:.scando la violencia del escorzo de un cuerpo que se mueve con difi– cultad . El santo que se hallaba en pro– funda oración es perturbado en su recogimiento, que le cuesta abandonar, por la presencia del ave amiga . La figura de San Pablo posee una plasticidad dramática, exacta, religiosa. El ne::-vio es:á dominado por el espí– ritu, imponiéndose su figura silenciosa, zurbanesca . Cuadro de gran sobriedad y libertad de creación que trasciende con mucho lo sencillamente bueno.