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campamento español levantado en tor– no a su Jefe Supremo. El acto corpora– tivo al Santo Cristo de El Pardo, confortaría y robustecería la "religión del honor" entre hombres que ciñen espada. Y a hombros de los suyos bajaría del monte el imponente entie– rro. Cuando otros años lo hemos visto desfilar, en medio del silencio del campo carpetano, y atravesar el puente hacia la capilla palatina, hemos soñado en esa impresionante procesión de uria cofradía militar: unidos en la fe, todos los que cuando España los recla– ma, marcharían ante la muerte" < 32 ) Segunda tentativa de cofradía. Salieron a iuz pública los estatutos de la nueva Cofradía, pero una vez más fracasaron los buenos deseos, como si la Santa Imagen no quisiera tener a los ''suyos" en un grupo reducido, sino manifestar que los "suyos" somos todos. Otra efemérides de este año 1947, fue el inicio de la renovación de la Capilla, casi destruida por la guerra. El Cristo, por unos años, hasta 19 5 O, fue trasladado al actual salón de actos del colegio, donde bajo dosel, presidió todas las ceremonias de esos tres años. Por si esto fuera poco para ser agra– decidos a 1947, el 30 de diciembre de este mismo año vinieron a tomar las medidas del Santísimo Cristo, por or– den del Generalísimo, con el fin de hacer unas andas para sacarle en proceM sión los Viernes Santos. Estas andas se hicieron con cierta prontitud ya que el 24 de marzo de 1948 estaban listas para participar en la procesión . El acon– tecimiento nos lo describe, una vez 74 En la foto se observa el desgaste de los pies qile, poco a poco, iban perdiendo su policromla por los besos y la efusiva devo- ción de los fieles. más el cron~sta: "Al atardecer de este día, en un Gmión de Ja Casa Militar de Su Excelenci2- llegaron unas andas man– dadas constnir por el Generalísimo Franco para sacar en procesión al Santísimo Cristo de El Pardo. Son de caoba con u.:1a orla metálica en todo el contorno , dorada al fuego y en la que están representados emblemas y atri– butos de la Pasión. Cuatro graciosos faroles sobre un pie metálico en forma de S y ta:nbién dorados al fuego, se levantan en las cuatro esquinas supe– riores _ De t odo el contorno inferior penden colpduras de terciopelo con borlas y bordados de oro . Cuatro palos con 12. largura suficiente para que tres homb:-es en cada uno de ellos puedan arrimar el hombro completan el conjun– to de las andas, que en general causa– ron agradable impresión al público. Sin embargo, y al parecer, son provi– sionales y están construyéndose otras nuevas segúr: dibujos del propio Cau– dillo" < 33 )_ Esto creemos que quedó solamente en prnyecto, pues las andas actuales , son las descrÍi:as por el cronista. Deterioro de la policromía de la imagen. En 1950 el Santo Cristo volvía a la Iglesia, pero no a su capilla, que cansi– namente aguardaba su restauración. Mientras ésta i.legaba, la Imagen se co– locaba en la Capilla de la Divina Pasto-