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En 1875 en unas cuentas firmadas por el teniente cura D. Rosario Mora– les refiere que "el aceite comprado para la lámpara de la parroquia y las del "Santo Cristo" ascendía a 56 reales", prueba evidente de que aún seguía viva la llama de amor que el Cristo inspiraba. "Convento del Cristo". En 1878, los Hermanos de las Escuelas Cristianas habían solicitado este edificio para Noviciado de su Congregación. El Sr. AdministradJr de este Real Patrimonio apoyaba la petición invocando que este conven– to había sido fundado "por los Augu– tos predecesores de V. M. para dar culto a la divina imagen de Nuesco · Señor Jesucristo, en el Santo Sepulcro" (ós), lo que es demostrativo, una vez más, que el eje espiritual sobre el que siempre se ha apoyado este edificio descansa sobre esta imagen, hasta convertir su nombre en "CONVENTO DEL CRISTO" . Diez·años de vacío documental. A continuación de estos datos, siguen unos años de total obscuridad documental. Fue una época en ~a que la Imagen estuvo atendida por un ermitaño. Es este un tema que hemos oído relatar muchas veces, pero que no nos ha sido posible confirmarlo docu– mentalmente. Creemos que es lógico que así sucediera, diecisiete años de abandono son muchos para que la Imagen se man– tuviera con la dignidad que se reque– ría. Nos consta que la iglesi a estala abierta al culto y muy posiblemente 54 Blandones que exíst(an en la ermha del Cristo de El Pardo, que alumbraron el cadáver de Alfonso XII cuando estuvo de cuerpo presente. visita::la por nuestros reyes. Hacemos esta afirmación apoyados en el siguien– te hecho . El 25 de noviembre de 1885 moría en el Real Palacio de El Pardo el joven rey Don Alfonso XII. Casi un siglo más tarde el periódico "Informacio– nes" rememoraba el acontec1m1ento , recogido por uno de sus corresponsa– les, asiduo visitante de este lugar: "Desde que acaeció el óbito, los cuatro blandones que alumbraron el cadáver expuesto al público en la capilla ardien– te de Palacio ... permanecieron expues– tos d púclico en una sencilla urna adosada a ~os muros de la capilla de la histórica ermita donde se venera