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j con palabras de gratitud. ¿comprendie– ron desde este primer momento que esta escultura iba a ser el eje espiritual de este lugar? Cna vez q-Je Gregorio Fernández hubo concluico la imagen encargada "la colocó en una urna y se la llevó a Su Magestad quien quedó admirado de verla y notablemente gustoso de que hubiese te:iido el acierto de execu– tar lo mismo que había deseado. Remuneróle el piadoso Monarca su trabajo, y mandó poner la sagrada imagen en su Oratorio. Desde entonces la veneró y frecuentó mucho y con gran ternura. Después (cuando Su Magestad volvió a Madrid la Corte) mandó traer la Sagrada Imagen, e hizo que se colocase en su Oratorio, donde estuvo hasta 1615, en que Su Magestad gustó donarla a su Convento Real del Pardo ' y mandó se traxese a él y que se coloca- se en una urna de la capilla de la iglesia corno se hizo" ( 9 )_ El por qué de esta donación queda manifestado en el deseo del Rey de que ft:.era honrada no sólo por su familia sino por todos los cristianos de su Villa y Corte. Sin duda alguna así se lo manifestó a los religiosos, que no encontraron argumentos razonables pa– ra rechazar tan piadoso deseo. Que Felipe III donó la imagen a este Convento, está fuera de dudas y confirmado documentalmente como p8cemos conprobarlo, entre otros escritos, por el que se halla en Simancas y que nos habla de Jerónimq Cabrera e~ cual "pintó de jaspe el ornamento del Sepulcro Je Cristo que Su Mages– tad dio a los Capuchinos" (lo)_ ¿cuándo hizo el Rey esta dona– ción? En cuar:to al año no hay duda: 1615. Sí la hay, sin embargo, en cuan– to al mes. El P. Anguiano más cercano a los hechos que nosotros nos dice que "determinado el día (que según tengo entendido fue un viernes de marzo de1615) ... c 11 )_ El Profesor Martín González cree– mos cae aquí también en otro error en cuanto al mes al afirmar que "1-::> que sí es cierto es que la imagen se trasladó en 1615, celebrándose solemdsima procesión el 14 de junio" ( 12 )_ Efectivamente, hay que admit_r que en junio hubo otra solemnísima proce– sión, pero esta fue, como veremos pos– teriormente en 1815, después de la Guerra de la Independencia. Boca entreabierta, profunda y patética, ennegrecida por la ansiedad.
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