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4 'INTRODUOOIÓK HISTÓRICA 2. debía además impetrar del Santo Padre el consentimiento para que el Gobierno pudiera disponer je los diezmos (1). Y sobre todo, debía interesarse en conseguí::- que el Santo Padre enviara un Legado a latere cerca del Gobierno Granadino para facilitar la negociación de un Concordato definitivo (2). Provisto de tales instruccioues, el Sr. Tejada emprendió su viaje a la Ciudad Eterna, pero tropezó con serias dificultades para poder entrar en los Estados Pontificios. Tales dificultades fueron superadas, con el visto bueno que se Je puso a su pa– saporte, haciendo constar que Tejada era un individuo que se dirigía a Roma por asuntos puramente esµirituales. Tejada llegó a Roma en Septiembre de 1824. En la primera audiencia que tuvo con el Cardenal de la Somaglia, entonces Secretario de Estado, se le pidió a Tejada por orden del Santo Padre, que no tratase de desplegar carácter diplomático alguno; que en vez de usar la voz de misión usase la de corr.isi6n, y que era con– veniente, según el parecer del mismo Santo Padre, que se alejase de Roma por un mes, por lo menos, para así desvanecer la oposición del Emba¡jdor Espa:ñol. Por su. parte Tejada obtuvo del Secretario de Estado de Su Santidad la promesa de enviar en tiempo oportuno un Legado provisto de amplias facultades, al igual que se babia hecho con Chile (3). Preparaba Tejada una segunda entrevista con el Cardenal Secretario de Estado, cuando éste le hizo saber que el Marqués de Constancia, Var– gas Laguna, Embajador de España, insistía en términos enérgi– cos por su pronta salida de Roma y que Su Santidad y el Secretario de Estado le aconsejaban dejara la Ciudad Eterna momentáneamente. Tejada no resistió a esta insistencia y el 28 de Septiembre partió para Bolonia. Pero no paró aquí l1;,, insistencia por parte del Embajador de España, el cual, no cor..tento con esto, exigió que se le hiciera salir aún de los .Estados Pontificios. Esto se llevó a cabo, pero con todas ~as consideraciones por parte del Gobierno Pontificio. El 8 de Diciembre Tejada se encontra.l>a en Florencia. (1) En cuanto a la manera cbmo estaban distribuidos los diezmos durante la dominación española, hablaremos en otro lugar e.e este trabajo. (2) RIVAs, ob. cit., t. I, p. 385-388. (3) RrVAs, ob. cit., t. I, p. 393.