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-93- epistolas beati Pauli », hasta que Erasmo se opuso energ,ca– mente a tal opinión, y desde entonces se dió a su autor el nombre de Ambrosiaster. Pertenecen , sin duda alguna, a los tiempos de Ambrosio, pero por algún rasgo especial que hay en el lenguaje, se debe presumir que no salieron de la pluma del Santo: el verdadero autor debe ser el mismo que escribió las "-Quaestiones Veteris et Novi Testamenti », que se hallan entre las obras de San Agustín. La tradición insinúa el nom– bre de un tal Hilario, y como hay motivos para suponer que el autor fuera lego noble, cree Morin (1) que es aquel Hilaria– nus Hilarius al cual el retórico Símaco dirigió muchas de sus cartas; opinión que ha sido valientemente defendida por Sou– ter. (2) 5. La primacía entre sus obras morales ascéticas hay que adjudicársela a los tres libros «De officiis ministrorum », com– puestos despues del 386. Están dirigidos a los clérigos de la Iglesia de Milán, a los cuales llama el autor hijos suyos, pero pueden servir muy bien de manual de doctrina moral para to- . dos los cristianos, y son un equivalente cristiano de los tres libros «De officiis » de Cicerón, cuyo orden de materias sigue fielmente Ambrosio. Como se dijo anteriormente 1 el obispo de Milán, en un gran número de obras, ensalza la virtud de la castidad, y sobre todo el estadD de las vírgenes consagradas a Dios; asi por ej., su primer tratado (del 377) son los tres li– bros «De virginitate », dedicados a su hermana Marcelina; en – el tercero de estos libros se reproduce el discurso que el papa Liberio pronunció el 353, al -tornar el hábito aquella virgen . Son de fondo dogmático los cinco libros «Q_e _fide », en los cuales defiende la divinidad del Hijo contra los arrianos , y los tres libros «De Spiritu Sancto »; ambas obras fueran compues– tas del 378 al 381 a ruego del.emperador Graciano y dedica– das al mismo. El libro «De mysteriis , , destinado al uso de los neófitos, trata del bautismo, la confirmación y la eucaristía; imitación de esta obra son los seis libros «De sacramentis »¡r– los cuales no son de la pluma de Ambrosio, sino una produc– ción del siglo V (3), probablemente de San Máximo de Turín (1) •Revue d' híst, et de litt. relig." 1&99, p. 97 y sgs, y "Revne Béné– dictine,, 1903, p. 113 y sgs. (2¡ A study of Ambrosiaster, Cambridge 1905. (3) De por el afio 400, según Duchesne, Orígenes du culte chrétien, Saris 1898, p. 199, y Batiffol, Etudes d' hist. et de théol. posit., 2.ª serie, p. 302. 7 •

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