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-58- mos una preciosa relación escrita en latín por testigos ocula– res, titulada Passio SS. Perpetaae, Felicitatis et socioram. Ya Tertuliano tenía noticia de ella, y es .de creer que la redactase él mismo, a juzgar por el sabor"montanista que tiene. Existe también una antigua traducción griega de este documento. En cuanto a las visiones referidas en la «Passio », parece que al redactarla se emplearon algunos apuntes de los mismos mártires. e) En la persecución de Decio, no en tiempo de Marco Aurelio, como dice Eusebio (Hist. eccl. IV, 15, 46-47), sufrió el martirio, junto con otros, San Pionio. Las actas griegas que relatan su muerte fueron halladas por Gebhardt, el cual las publicó el año 1896; antes de este descubrimiento no se co– nocían más que traducciones. f) En Sebaste de Armenia, fueron martirizados el año 230, en tiempo del Emperador Licinío, 40 soldados, cuya conmemoración se celebra el día 1 Ode marzo. Las actas rela– tivas a este martirio, conservadas en griego, parece que son obra posterior, en cambio poseemos un documento legítimo en el Testamento de los 40 mártires, descubierto poco há en la ler1gua griega y en la eslava. La colección más completa de actas de mártires y vidas de Santos son las •Acta Santorum., empezada por el Jesuita Bolland,y continuada por otros hermanos suyos en religión, La obra está dispuesta por orden de meses (has– ta ahora 63 volúmenes in-folio). Complemento de esta gran obra, se publi– can en Bruselas desde 1882 las •Analecta Bollandiana., un tomo cada año. Otra colección menor y más antigua de las actas más importantes de los mártires, fue presentada por el maurlno Ruinart, como primicias de sus tra– bajos, en sus •Acta primorum martyrum., París 1689, obra reimrresa mu– chas veces, por ej., en Ratisbona 1859. Ultimamente se han publlcado dos colecciones reducidas, tituladas ambas •Ausgewáhlte Mártyrerakten., una de Knopf en la óolección de Krüger (2.ª serie. cuaderno 2, Tub. 1901), otra de Oebhardt (Berlin 1902); la primera está destinada principalmente a los escolares y seminaristas, la segunda es más propfa para los eruditos y pro– fesores, pues es más crítica y voluminosa. Neumartn publicó un bonito resu– men de las antiguas actas de los mártires en su obra •Der rc,mische Staat und die allgemeine Kirche bis auf Diokletian. J, Lips. 1890, p, 264 y sgs. Achelis, Die Nartyrologiem, Berlín 1900. En Francia publica Leclercq una colección de actas de mártires, de la cual apareció el tomo IV, en Parls, el 1902. De~ehaye, Les légendes haglographlques, 2.' ed. Parls, 1906. A. Dufourcq, Etude sur les Gesta martyrum romains, París 1900. P. Allard, Histoire des persecutions, a vols., París 1885-1890.

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