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-42- - hiendo sido muy corriente entre los Padres del siglo IV, Ata- nasia, Cirilo de Jerusalén, etc. l San Jerónimo, refiriéndose a Orígenes, dice: !vo imitemur eius vitia, cuyus virtutes assequi non possumus. l J ,y·, .A FIUC .·;.1J:OS . § 24 . Tertuliano. 1. Quinto Septimo Florente Tertuliano nació por el 160 2 en Cartago; era hijo de un oficial del ejécito romano que era pagano, y recibió una esmerada educación científica; apren– dió también la lengua griega. Se dedicó con especialidad a la jurisprudencia, y parece que ejerció por algún tiempo de abo– gado; sin embargo, es muy dudoso que sean suyos unos lu– gares que con el nombre del jurista Tertuliano figuran en las Pandectas. Poco antes del año 187 y después de haber con– traído matrimonio, se convirtió a cristianismo; fué ordenado sacerdote y desplegó desde luego una gran actividad literaria en defensa de su nueva fe y religión. Hacia el año 205, su es– píritu sombío y rigorista le llevó a abrazar la secta de los mon.. tanistas, llegando a ser el jefe de una fracción de ellos, los tertulianistas, que subsistieron basta el tiempo de San Agus– tín. Vivió en Cartago hastasu muerte,acaecida después del 220. 2. Tertuliano es uno de los escritores eclesiástico latinos que más se distingue por su originalidad y carácter individual. En su sepíritu se hermanaron a maravilla el entusiasmo afri– cano y la inteligencia clara y práctica de los romanos; estaba dotado de inteligencia penetrante, de elocuencia arrebatado– ra y de ingenio pronto, y era conocedor profundo de todos los ramos del saber. Dominaba, además, como ningún otro, la lengua latina, y la aplicó con libertad a moldes completarneJlte nuevos. Excepto la Vulgata, no hay obra alguna que ejerciera tan podero– so influjo en la lengua latina de la Iglesia, como las suyas. Su estilo es conciso y substancioso, aunque a veces peca de obscuro. Con razón dice de él Vicente de Lerins: Quot paene verba, tot sentencae; pero cuando añade el mismo autor: Quot sensus, tot victoriae, no está tan acertado en su juicio, puesto que la dialéctica de Tertuliano deslumbra más bien que con- 1 Kircllenhist. Anckdota, Christiana 1883, p. 1 y sgs. Z Hamack cree que nado en 155 o 156.

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