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1 - 34 - § 22. Clemente de Alejandría. 1. Tito Flaviano Clemente, nacido de padres paganos probablemente en Atenas, convertido al cristianismo hizo lar– gos viajes. En Alejandría se unió con Panteno, fué ordenado sacerdote, y a la muerte de Panteno (ocurrida por el 200) le sucedió en la dirección de la escuela catequística. Pero ya en el año 201, la persecución de Septimio Severo, le obligó a e– migrar, y se refugió en el Asia Menor, donde mu.rió antes del 215. 2. Clemente. por su actividad literaria, merece el califica– tivo de primer sabio de la Iglesia. Enseñó a considerar la re– velación en armonía con todos los conocimientos científicos, especialmente con la filossfía anterior al cristianismo, y reco– gió los elementos de verdad que contenía ésta para demos– trar que tienen su unidad perfecta en el cristianismo, y éste es como su cumplimento y corona. Y todo esto lo hizo con una inspiración tal, que elevó su estilo a la altura de la poesía. De escritos judaicos posteriores dedujo Clemente, como los apo– logistas, que la filosofía griega había tornado del Antiguo Tes– tamento lo que sus teorías tenían de verdadero. 3. Una gran parte de sus numerosos escritos se ha per– dido, entre otros los ocho libros titulados Esbozos (Jpotinoseis) esto es, breves esplicaciones de la Sagrada Escritura, con ex– tensas digresiones, obra de la cual no ha llegado a nosotros más que las «Adumbrationes», o comentarios latinos a algu– nas epístolas católicas. Cuatro de las obras de Clemente se han conservado íntegras en lengua griega, entre ellas el breve escrito «Quis dives salvetur , , explicación del pasaje de San Mateo XIX, 21-24, en el cual demuestra que aun los ricos pueden alcanzar la felicidad eterna, con tal que empleen par– ~e de sus riquezas en auxiliar al prójimo. Termina con la co– nocida narración del apóstol Juan y del mancebo que cayó en manos de ladrones. 4. Su obra maestra, en la cual trabajó por largo tiempo, es una introducción al cristianismo, que consta de tres partes. la primera, titulada •Exhortación a los gentiles • (Protreptikos pros Elenas), es una soberana apología de la religión cristiana. En el proemio se invita a los lectores a que escuchen, en vez de los cantares míticos a los dioses, el sagrado cántico de Cristo, que cual nuevo Arión quiere atraerlo todo a sí; se ridiculizan lue– go las doctrinas y usos gentílicos, se aducen testimonios de

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