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-127~ co de dogmática en la Iglesia griega hasta nuestros días. No fué menor la gloria que él y su hermano Cosme alcanzaron como compositores de cánticos espirituales; ambos son teni– dos como los más célebres himnógrafos de la Iglesia griega, y sus producciones fueron objeto de muchos comentarios; pero, con el trascurso del tiempo,se ks h3 atr:buído falsamente tan gran número de cánticos, que es ya poco menos que imposi– ble distinguir los auténticos de los espurios. 3. La obra dogmática más importante del Damasceno es la que lleva por füulo «Fuenk del conocimiento » compuesta probablemente en los últimos años de su vida, dedicada a su hermano adoptivo y dividida en tres partes. La primera, llama– da dialéctica, es una introducción filosófica; la segunda da una rápida ojeada sobre las herejías; la tercera, que es la principal es • una concienzuda explicación de la fe ortodoxa ». La pri– mera parte compendia todo lo verdadero que han hallado los mejores de los paganos; empieza definiendo el concepto de filosofía y desarrolla, después la dcctrina del conocimiento y la antología según los principios de Aristóteles. La historia de las herejías está sacada de varias fuentes anteriores, en parti– cular del « Panarion » de F;pifanio; a las herejías de su tiempo no dedica más que los tres últimos capítulos (101-103), y tra– ta del islamismo, de los iconodastas y de los aposquitas (que rechazaban todo culto externo y el sacerdocio). -La tercera parte es un resumen de las doctrinas tradicionales de la Iglesia griega, esto es. las que enseñaron los. concilios generales y los Padres má5 respetables; en el orden de la exposición sigue el de un compend:o de la fe ortodox1 que se halla en el libro quinto de la historia de los herejes de Teodoreto. Su obra sir– vió de modelo a P2Jro Lombardo para la composición de sus cuatro libros de las Sentencias, y por eso en Occidente esta tercera parte fué dividida en cuatro libros, lo cual no se ve en los manuscritos gdegos; el primer libro trati de Dio 3, . el se– gundo de la créación, providencia, ángeles, demonios y hom– bres; el tercero de la redención; el cuarto (muy mal distribuí– do) del bautismo, eucaristía, veneración de los santos y sus reliquias, del canon, del mal y de los novísimos. Entre los escritos dogmáticos menores, hay uno «Sobre el Trisagio » (Santo Dios, santo fuerte, santo inmortal, tened mi– sericordia de nosotros), que prueba que dkha invocación se refiere a toda la TrinidaJ, y que por lo mismo añaJió Pedro fulón sin razón alguna: el cual fué crucificado por nosotros • .