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118 sía; por eso los poemas más antiguos de su colección tienen casi todos el mismo metro,y tratan de los mismos asuntos que los himnos de San Ambrosio. Hacia el fin de su vida publicó la colección de sus poesías en siete ltbros con títulos griegos. El primer tomo se tituló Cathemerinon líber; contienen doce poemas líricos en metros variados; los seis primeros están a_daptados a las divisiones del día (ad galli cantum, matutinus, ante cibum, post cibunz. ad incensunz, lncrrnCR, ante somnum); los otros seis a cualquier hora del día y a determinados dias festivos. A diferencia de los himnos de Ambrosio, los de Pru– dencio son muy largos, y ninguno de ellos, excepto el último, ha sido introducido por la Iglesia en el culto. Del último (Hynznus Epipha11iCR) se han tomado todos los himnos del bre– viario romano para las fiestas de los Inocentes y de la Epifanía (excepto el -Crudelis Herodes Deuni). El sexto libro de la co– lección que lleva por título Peristephanon (esto es, sobre las coronas de la victoria), tiene carácter épico-lírico, a veces tam– bién drámatico; contiene catorce cantos en varios metros, en alabanza de mártires españoles y romanos (incluso San Cipria– no de Cartago. La descripción minuciosa y realista de cada uno de los martirios no se adapta al gusto moderno. Lo mejor y como las perlas de toda colección son los dos libros Contra Symnzacum, escritos en hexámetros; el primero impugna el paganismo, el segundo la Relatio del retórico Sí– maco (t 402) en favor del a. 1 ·a Victoria,. En esta refutación el autor punto por punto la de las dos cartas de San Ambrosio que tratan del mismo asunto. Dió ocasión a esta segunda refu– tación de la Re/afio una nueva tentativa que los partidarios de Símaco hicieron poco después del 400 cerca del emperador Honorio, para a 1 canzar de éste que se restableciese el altar de la diosa Victoria.-Prudencio se distingue por su estilo rico en imágenes, y por su corazón lleno de sentimiento, de fe y de amor. Sus poesías pueden competir en la estructura del verso con las de los poetas paganos de su época. § 52. Los semipelagianos y sus imp.ugnadores. 1. Juan Casiano fué oriundo, a lo que parece, de Escitia (Dobruscia) (1) y recibió educación cristiana juntamente con (1) Véase a Merkle en •Theol. Quartalschrift•, Tub. 1900, p. 419 y sgs., contra Hoch (!bid. p. 43 y sgs.), que se Inclinaba a Siria. Anterlormen-
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