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- 116 - ' dicho ya, en la formación de la obra entera se emplearon por lo menos cinco siglos. § 50 Apologistas latinos. 1. El sacerdote español Pablo Orosio visitó varias veces a San Agustín en Hipona, y estuvo largo tiempo al lado de San Jerónimo en Belén, habiendo ayudado á este Santo, en la lucha contra los pelagianos. En Palestina escribió el •Liber apologeticus contra Pelagianos•, y durante su última perma– nencia en Africa (417-418) compuso su obra maestra «Histo– ria; adversus paganos • en 7 libros. Estos librus debían ser como el complemento de la obra «De civitate Dei » de Agus– tín, y en ellos debía demostrarse principalmente que la huma– nidad antes de Cristo había sido trabajada y oprimida con guerras y miserias mucho más que no lo era al presente por las invasiones de los bárbaros, y que por eso el cristianismo no tenía culpa aiguna en las calamidades de la época. Con este objeto trae Orosio un compendio de la historia del mun– do desde Adán hasta el año 417 después de Cristo, emplean– do como fuentes históricas para los tiempos anteriores a la eia cristiana, la Sagrada Escritura y los historiadores romanos, y para los tiempos posteriores la «Crónica • de Eusebio en la refundición y continuación de ::ian Jerónimo. Para los últimos 40 años la obra de Orosio es independiente, en general digna de crédito, aunque escrita bastante a la ligera, con alguna par– cialidad y en estilo excesivamente retórico. 2, Salviano era probablemente oriundo de las cercanías de Colonia. De acuerdo con su esposa, a quien él mismo con– virtió al cristianismo, hicieron ambos voto de perpetua conti– nencia, fué sacerdote y monje del convento de Lerins, y pasó los últimos años de su vida en Marsella; por el 480 era muy ancLno. De sus numerosos escritos han llegado a nosotros nueve cartas; además el tratado «Adversus avaritiam •, en el cual se exige que los cristianos, y en especial los eclesiásti– cos hagan donativos a la Iglesia, no sólo en vida, sino muy particularmente en la hora de la muerte; en fin, como obra principal de este autor se citan los ocho libros •De guberna– tione Dei •, titulados por Gennadio, •De pra:senti iudicio •. Esta obra, escrita poco antes del 451, está dedicada a un ami– go de juventud, el ubispo Salonio de Ginebra, y pretende res-